Un hospital de Maryland está defendiendo su decisión de trasplantar un corazón de cerdo a un hombre moribundo luego de reportes de que el paciente tenía antecedentes penales, señalando que su elegibilidad estuvo “basada únicamente en su historial médico”.
PUBLICIDAD
David Bennett, de 57 años, sigue recuperándose del trasplante altamente experimental de la semana pasada, el cual representó un hito médico y un paso en la búsqueda de algún día aliviar la escasez de órganos humanos utilizando los de animales. Si bien el corazón nuevo está funcionando, todavía es demasiado pronto para saber cómo le irá a Bennett.
The Washington Post reportó el jueves que hace 34 años Bennett fue acusado de un apuñalamiento que dejó a un joven paralizado. La División de Correccionales del estado le dijo al diario que Bennett salió de la cárcel en 1994 después de cumplir seis años de una sentencia de 10.
En un comunicado emitido el mismo jueves, el Centro Médico de la Universidad de Maryland dijo que los médicos están obligados a brindar la mejor atención a todos los pacientes sin importar sus antecedentes.
“Este paciente acudió a nosotros en situación de extrema necesidad y se tomó una decisión sobre su elegibilidad para el trasplante basándose únicamente en su historial médico”, señaló el hospital. “Este paciente tomó la extraordinaria decisión de someterse a esta cirugía innovadora no sólo para prolongar potencialmente su propia vida, sino también para el beneficio futuro de otros”.
El hijo de Bennett, David Jr., emitió un comunicado por separado en el que rechazó hablar sobre el pasado de su papá, y señaló que esperaba enfocarse en el “deseo de mi padre de contribuir a la ciencia y potencialmente salvar vidas de pacientes en el futuro”.
Bennett fue considerado no apto para un trasplante de corazón humano debido a su estado: tenía insuficiencia cardíaca y arritmia.