BARCELONA (AP) — Ante la crítica de grupos defensores de los derechos humanos, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) defendió el regreso de la Supercopa de España a Arabia Saudí al tiempo que el Real Madrid se prepara para enfrentar al Athletic de Bilbao en la final del domingo.
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Amnistía Internacional había pedido a los cuatro clubes que viajaron al minitorneo que portaran brazaletes en protesta por la represión de los derechos de las mujeres y los ataques contra la comunidad LGBTQ que se han registrado en el país. Ningún equipo lo hizo en las semifinales de esta semana, cuando el Real Madrid derrotó 3-2 al Barcelona en tiempo extra y el Athletic de Bilbao superó 2-1 al Atlético de Madrid.
El presidente de la Federación, Luis Rubiales, insistió en que la decisión de llevar la versión renovada de la Supercopa al reino fue buena tanto por el dinero que le generó al fútbol español —que de acuerdo con reportes es de alrededor de 30 millones de euros (34 millones de dólares) al año hasta 2029— como por lo que consideró pasos lentos favorables a las mujeres saudíes.
“Nosotros fuimos los primeros en firmar un contrato que era obligatorio, si querían que les trajera la Supercopa, que las mujeres entraran en los estadios igual a igual con los hombres. Y están entrando. Hemos ayudado construir una liga femenina en Arabia Saudí”, sostuvo Rubiales a la radio Cadena SER el jueves por la noche.
“Al nivel ético, lo que estamos haciendo aquí as ayudar mucho al desarrollo de la mujer en el fútbol, que es nuestro cometido. Y el resto de las cuestiones políticas se quedan al margen del fútbol», agregó.
Si bien hubo mujeres en el Estadio Rey Fahd para las semifinales, el público estuvo en su mayoría conformado por hombres.
La locutora de la estación de radio Cadena SER, Àngels Barceló, cuyo programa matutino es escuchado por cerca de tres millones de personas en España, llamó hipócritas a la Federación y los clubes.
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“Ningún régimen pagaría millones de dólares para que vengan de fuera a cambiar lo que el régimen no piensa mover”, indicó Barceló. «Es más, castiga a quien quiere introducir cambios. Es una enorme tontería. El fútbol español se desacredita con esta competición, lo hacen también los equipos que participan. Después de esto, todos tendrán más dinero en la caja, pero a partir de ahora que no nos hablen ni de valores ni de fair play”.
Amnistía Internacional cree que el progreso es muy poco a cambio de ayudar al régimen a relacionarse con algunos de los clubes más glamorosos del fútbol mundial. La organización de derechos humanos ha criticado el abuso sistemático que sufren los homosexuales en Arabia Saudí y la discriminación continua hacia las mujeres.
“El hecho (es) que la RFEF ha decidido colaborar en este ‘lavado de imagen’ de las autoridades saudíes», afirmó Esteban Beltrán, presidente de Amnistía Internacional en España.
“Si bien en estos tres últimos años hemos sido testigos de algunos avances, como el levantamiento de la prohibición de conducir o la posibilidad de practicar deporte, incluida la creación de una liga femenina, por desgracia las buenas palabras del presidente Rubiales en 2019 (de que la Supercopa ayudaría a modernizar a Arabia Saudí) están muy lejos de haberse convertido en realidad», añadió Beltrán.