WASHINGTON (AP) — La Corte Suprema de Estados Unidos frenó el jueves la intención del gobierno de Joe Biden de implementar de manera obligatoria la vacuna contra el COVID-19 o las pruebas semanales y el uso de mascarillas en el lugar de trabajo para los empleados de empresas grandes.
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Al mismo tiempo, la corte autorizó que el gobierno proceda con el mandato de vacunación para la mayoría de los trabajadores sanitarios en Estados Unidos.
Las órdenes de la corte, durante un incremento de los casos de coronavirus, fueron un resultado mixto en los esfuerzos del gobierno por impulsar la tasa de vacunación entre la población estadounidense.
La mayoría conservadora de la corte concluyó que el gobierno federal sobrepasó su autoridad al buscar imponer la regla de vacuna o prueba de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA, por sus siglas en inglés). para empresas con al menos 100 empleados. Más de 80 millones de personas habrían sido afectadas.
“La OSHA nunca antes ha impuesto un mandato tal. Tampoco el Congreso. De hecho, si bien el Congreso ha promulgado una ley significante que aborda la pandemia de COVID–19, se ha negado a promulgar cualquier medida similar a la que la OSHA ha promulgado aquí”, escribieron los conservadores en una opinión sin firmar.
En discrepancia, los tres liberales de la corte argumentaron que era la corte la que estaba extralimitándose al sustituir sus juicios por los de expertos sanitarios.
“Al actuar fuera de su competencia y sin bases legales, la Corte desplaza los juicios de los funcionarios del gobierno que recibieron la responsabilidad de responder a las emergencias de salud en el lugar de trabajo”, escribieron los jueces Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor en una disconformidad en conjunto.
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La orden de vacunación que la corte permitirá que sea establecida en todo el país abarca prácticamente a todos los trabajadores sanitarios de Estados Unidos.
Más de 208 millones de estadounidenses, 62,7% de la población, se encuentran vacunados en su totalidad, y más de una tercera parte de ellos ha recibido inyecciones de refuerzo, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Los nueve jueces se han aplicado la dosis de refuerzo.