NUEVA DELHI (AP) — Trabajadores de atención médica y de primera línea, al igual que personas mayores de 60 años con problemas de salud se formaron el lunes en los centros de vacunación de la India para recibir la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 cuando se registra un aumento en los contagios vinculados con la variante ómicron.
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Las dosis, que las autoridades de la India llaman “preventivas” en lugar de un refuerzo, son aplicadas al tiempo que los casos nuevos de coronavirus confirmados rebasaron los 179.000 el lunes, un incremento de casi ocho veces en una semana. Las hospitalizaciones, si bien continúan relativamente bajas, también empiezan a aumentar en ciudades grandes y muy pobladas como Nueva Delhi, Mumbai y Calcuta.
El médico Ravindra Kumar Dewan, que dirige el Instituto Nacional de Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias en Nueva Delhi, se formó para recibir la inyección. Dijo que los refuerzos son un “paso considerable” porque aún se desconoce mucho sobre la variante ómicron.
“Ayer, la mortalidad… ha incrementado en Nueva Delhi. Así que, aún está por verse si nuestro sistema de salud será sobrepasado o no”, subrayó.
La India está ahora mejor preparada que el año pasado, cuando la variante delta superó los hospitales. Cuando los casos se dispararon en marzo del año pasado, ni siquiera el 1% de sus cerca de 1.400 millones de habitantes se encontraba vacunado por completo. Debido a la infraestructura médica decrépita de la India es muy probable que hayan muerto millones de personas.
Desde entonces, el gobierno ha brindado apoyo al sistema de atención médica, construido plantas de oxígeno y agregado camas de hospitales. Cerca de 47% de la población se encuentra ahora vacunada completamente y muchos cuentan con anticuerpos de contagios previos.