Por Jorge Sánchez Herrera – Nómena Arquitectura – Arquitecto/Urbanista jorge@nomena-arquitectos.com
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Una reciente entrevista de El Comercio al actual alcalde de San Isidro, Augusto Cáceres, ha dejado un par de frases que vale la pena desmenuzar.
‘Los clubes zonales son el nuevo concepto que hay para las zonas de recreación. Los parques zonales hoy se llaman clubes zonales porque se les dan mejores servicios. Entonces, un club vecinal es un estadio superior’.
¿Por qué nos atrae tanto la idea del club privado por sobre la del espacio público? Entiendo que los hoy llamados Clubes Zonales son un éxito y nunca he escuchado a nadie quejarse del cobro por ingresar. Si somos una población que vive mayoritariamente en la economía informal, que paga pocos impuestos, indiferente a sus gobernantes de turno, acostumbrada a recibir malos servicios públicos de educación, salud y seguridad, ¿por qué esperaríamos tener a nuestra libre disposición un espacio público con baños limpios, iluminado, con canchas deportivas y otros servicios en buen estado? ¿Por qué protestaríamos si nos dicen que debemos pagar algunos soles para tener estos beneficios ‘adicionales’?
Es en este contexto donde aparecen los gobernantes que, en lugar de alimentar la idea de lo público, lo inclusivo y del bien común, prefieren vender la idea de lo exclusivo como un símbolo de estatus o de ‘estadio superior’ sobre el resto de los ciudadanos.
‘(En referencia a las rejas que impiden el pase luego de cruzar el nuevo Puente de la Amistad) Le expliqué que es lo mismo que él (Jorge Muñoz) hace en el Parque de la Exposición, en el Parque Universitario y en el Parque de las Aguas’.
Touché. (Medio) punto para el alcalde Cáceres. Es verdad que la idea de tener un ‘club para sanisidrinos’ es equivalente a haber convertido el otrora Parque de la Reserva en un pseudo parque de diversiones donde te cobran el ingreso. Y si bien esta no fue su iniciativa, sino del hoy tristemente encarcelado ‘Mudo’, Muñoz no ha hecho nada por revertir esta situación.
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Lo que no es cierto es que sea el mismo caso del Parque de la Exposición, que es un parque público de acceso controlado donde no se puede acceder de noche; algo que sucede en los principales parques del mundo. Entonces, si el alcalde Cáceres pretende vendernos la idea de que los ‘clubes vecinales’ están a la vanguardia del urbanismo moderno, quizás debería viajar un poco más o conseguirse mejores asesores.
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