Nacional

‘Marchas y políticas públicas para la comunidad LGBTI’, por Zoë Massey [AGENTE DE CAMBIO]

“La Marcha del Orgullo este año ha dejado claro que cada vez somos más despiertos, más unidos, y que a pesar de campañas de desinformación y de miedo, hay más gente en la calle visibilizando y apoyando la realidad de un grupo”.

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POR ZOË MASSEY
Fotógrafa
@ZoePix

Pilar Rojas se define como feminista, activista, lesbiana y vegetariana. Hace diez años tuvo su primer acercamiento al movimiento LGBTI por medio del MHOL (Movimiento Homosexual De Lima), como parte de una nueva generación que impulsa diversas actividades de visibilización como intervenciones urbanas, plantones, ferias culturales, sesiones de cine, club de lectura y más. Luego estuvo el Bloque Estudiantil LGBTI y en la articulación de los jóvenes LGBTI de Lima. Ella es parte de esta lucha y ese mundo joven que es más visible y que está tumbando puertas, no sólo abriéndolas, porque como leí hace poco, no tendrían que estar abriendo puertas que andan cerradas; esas puertas ya no deberían ni existir.

Pilar tiene novia hace tres años. Se casarán el próximo año, pero claro, no pueden hacerlo aquí, lo tendrán que hacer en otro país: México. La ironía es que ella es analista de políticas públicas y trabaja en el JNE, también ha escrito un libro sobre la participación política LGBTI… pero no puede casarse en nuestro país, su país.

‘Cambiar la historia de discriminación, homofobia y transfobia puede ser como enfrentarse a un gran monstruo, te quedas sin aliento’, me cuenta. ‘Sin embargo, confío en que cada vez más las personas cuestionen el statu quo, y no solo lo cuestionen, sino que se animen a actuar y cambiar las estructuras políticas y sociales. En definitiva esos cambios no serán producto de unas cuantas personas, sino de muchas personas que quieran cambiar las cosas desde la casa, el trabajo, las escuelas, la academia, el arte, los espacios de toma de decisión… Cada grano de arena suma. O actuamos o nos resignamos. Yo elegí la primera opción’.

La Marcha del Orgullo este año ha dejado claro que cada vez somos más despiertos, más unidos, y que a pesar de campañas de desinformación y de miedo, hay más gente en la calle visibilizando y apoyando la realidad de un grupo quizás minoritario y vulnerable, pero ni hablar débil ni reprimido. Ya no. Este año se marchó en 20 regiones del país, lo que significa un logro enorme. Este año por primera vez se unió el primer ministro Salvador del Solar, reconociendo así desde el gobierno como válida y justa esta lucha, que las personas LGBTI son ciudadanos y ciudadanas de este país y que la tarea del Estado es la de velar por el bienestar de su gente más allá de su orientación sexual, identidad de género y expresión de género. Pilar menciona lo valioso que es que entidades del Estado como la Defensoría del Pueblo y los ministerios de la Mujer, Justicia, Educación, etc., ‘se compren el pleito’.

Y se deben comprar el pleito porque estamos en épocas movidas políticamente. Porque están cayendo las cabezas de la corrupción en el país y nos hemos despertado a indignarnos y cuestionarnos sobre qué tipo de sociedad queremos. Y, creo yo, queremos una que avance unida, no segmentada, con privilegios para unos pocos.

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Ayacuchana con orgullo, chambera, objetiva y coherente. Es la única entrevistada hasta hoy en esta esquina de quienes están generando cambios en nuestro país, que aumenta preguntas ella misma a las que ya tengo. Es que hay mucho que decir, mucho por hacer y aún el camino es dificil, pero al menos ya existe. Está trazado y hacia allá iremos.

Entrevista:

Pilar Rojas, activista por los derechos LGBTI

‘Un cambio positivo’

Es importante no solo tomar la calle, sino también plantear propuestas políticas, cambios reales, con efecto de largo plazo. ¿Qué opinas de esto?

En efecto, tenemos que empujar desde distintos ámbitos. La calle es necesaria y especial para las personas LGBTI que hemos sido relegadas a un clóset, a la invisibilidad. Cuando una persona LGBTI sale a la calle y se muestra como tal, se muestra orgullosa, se genera un cambio positivo en sí misma y también en su entorno más cercano. Pero eso no es suficiente. También se requieren leyes y políticas que acompañen los cambios sociales y culturales, que hagan eco en las instituciones, que se brinde presupuesto para cambiar los estereotipos, para atender en salud, educación, vivienda a las personas LGBTI. Ahora hay cada vez más espacios a nivel nacional y local donde se abordan los derechos de las personas LGBTI, tenemos la responsabilidad de estar presentes y preparados.

Esta semana, la Comisión de Ética decidió abrir una investigación preliminar a Héctor Becerril por el delito de discriminación a las personas LGTBI…

Esta decisión es inédita, por primera vez se decide investigar a una autoridad por sus declaraciones homófobas. Estamos acostumbrados a recibir insultos y que la gente crea que eso es parte de su libertad de expresión, pues no. La libertad de expresión tiene sus límites cuando afectas los derechos de otras personas. ¿Acaso expresarnos con términos racistas o clasistas sería parte de nuestra libertad de expresión? Pues aquí tenemos una situación similar. Porque esas declaraciones no son ingenuas ni inocuas. Reproducen estigmas que terminan en violencia y crímenes de odio hacia las personas LGTBI, afectan la dignidad de las personas y sus familias y, lo más preocupante, afectan la salud de niños, niñas y adolescentes LGBTI. No podemos ni debemos seguir permitiendo que la discriminación por orientación sexual e identidad de género quede impune.

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