De acuerdo a cifras del Ministerio de Salud (Minsa), el Perú requiere anualmente de 640.000 unidades de sangre para cubrir la demanda existente en todo el sistema nacional de salud. Lamentablemente, en el 2018 solo se logró recaudar 382.586 unidades.
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‘No hay una cultura de donación de sangre en el Perú. Muchas personas piensan que se pueden contagiar de algo o que se van a debilitar. Eso les inhibe de presentarse a donar’, nos explica Elizabeth Carrillo, médico patólogo clínico del servicio de medicina transfusional del Hospital Edgardo Rebagliati (EsSalud).
Hoy se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre y diversas organizaciones a nivel nacional hacen un llamado a la población, pues apenas el 1,22% de los peruanos dona sangre voluntariamente.
‘Falta difundir mucha información. La gente no sabe, por ejemplo, que de una unidad donada se pueden beneficiar tres pacientes. *La extracción de sangre demora seis minutos en promedio. *Luego, solo hay que tomarse diez minutos de reposo’.
Los requisitos para donar sangre son pocos: tener de 18 a 55 años de edad, pesar al menos 50 kilos y gozar de buena salud. Los hombres pueden donar cada tres meses y las mujeres cada cuatro.
‘No es necesario acudir en ayunas. Puedes ir luego de tomar un desayuno ligero, sin grasas. Incluso después de almorzar porque, por ejemplo, el banco del hospital Rebagliati atiende hasta las 6 p.m.’, informa la doctora Carrillo.
También puedes donar sangre si tienes tatuajes o piercing, siempre y cuando haya pasado un año desde que te los hiciste.
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‘Lo más importante es ser sincero y veraz en la entrevista. Afortunadamente, al donante voluntario lo mueven principios altruistas y su sangre suele ser de mejor calidad’.
La encuesta que debes llenar detalla las enfermedades -como la hepatitis B o C y el VIH- y conductas -como el consumo de drogas- que te inhabilitan como donante.
Un adulto puede donar una unidad de sangre (0,5 litros), de los cinco litros que tiene en el cuerpo. En apenas dos horas y consumiendo suficiente líquido, el cuerpo humano puede regenerar lo donado.
‘Lo que más tenemos en los bancos son donantes que llegan para familiares o amigos. Pero necesitamos voluntarios, que den su sangre sin un nombre. La idea es que haya un excedente de sangre para emergencias y pacientes que necesitan cientos de unidades durante su vida, porque padecen de enfermedades crónicas’, explica Carrillo.
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