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POR ZOË MASSEYFotógrafa@ZoePix
Recuerdo de niña pasear por la playa de Pucusana y notar que había una gran cantidad de ‘perros chinos’. No eran chinos, eran perros peruanos, y a pesar que en los años 70 hubo una movida nacionalista por promover al perro sin pelo -estando detrás de ella Pedro Weiss y Arturo Jiménez Borja-, al parecer no supo llegar a la gente, como para hacerlos más populares. Esta movida se diluyó y los perros sin pelo eran rechazados, hasta eliminados, lo que puso en riesgo su existencia. Una raza de perros peruana amenazada por nuestra propia ignorancia, sin saber lo importantes que eran en nuestra historia.
Siempre fiel
El hermoso viringo, perro chino, calato o chimoc, aparece en cerámicas preíncas. Se calcula su aparición alrededor del año 300 a.C. No fue hasta el año 1995 que la Federación Cinológica internacional reconoció al perro peruano. Recién en el 2001, el Instituto Nacional de Cultura (INC) dispuso que en cada museo de sitio y zona arqueológica de la costa peruana se contara con ejemplares de esta raza. Ese mismo año, el Congreso lo incluyó como patrimonio de la Nación.
De pronto, más gente conoció al perro peruano y empezó a criarlos. Hay incluso muchos que se han llevado estos perros a ‘No los abandonen’ otros países. Te abrigan en invierno y, lejos de ser ese perro distante que varios creen, son más pegados al humano que a otros perros (como mi gran compañera La Maja Calata, mi querida bolsita de agua caliente).
Claudia Gálvez es una defensora de esta especie. Como presidenta de la Asociación Amigos de los Perros sin Pelo del Perú, no solo vela por la preservación, cuidado y respeto de estos hermosos perros, sino también por el rescate de los que sufren abusos de malos humanos. Ella organiza talleres, charlas, campañas, no solo para que sepamos más sobre esta raza peruana, sino también para que más gente tenga empatía con ellos, se comprometa en su cuidado y preservación. Es ella una de las responsables de lograr que se deje de discriminar al viringo y se le dé el lugar que merece.
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Su pasión empezó casi por accidente (o amenaza). Al casarse, su esposo no quería un perro. Como para retarla, le dijo: ‘Solo te acepto un perro sin pelo’. Y bueno, ella encontró a Capac en un albergue donde sacrificaban a los perros que llevaran 42 días de abandono. Él ya iba en el 40. Sin haber tenido nunca un perro sin pelo, este ser extraño, llegó a su casa para cambiarlo todo en 1999. Capac tenía unos ocho meses.
Así, Claudia comenzó a buscar a más dueños de perros sin pelo, para unirse, conocerse, compartir… El año 2000 se dio la primera reunión entre propietarios de perros peruanos. Desde entonces, se inició una campaña fuerte en la que también se enseña a los niños a querer a este perro. Libros como Chimoc, el Perro Calato ayudan con esto. Y también a que la gente deje de decirles ‘perro chino’ y lo reconozcan como perro peruano.
Para conocerlos mejor
• Si quieres adoptar uno de estos perros, entra a la página de ‘Adopción de Perro sin Pelo del Perú’:http://www. facebook.com/claudia. perrosinpelo/. Recuerda que es un compromiso de por vida, no de unos meses, ni uno que se acaba con el primer zapato mordido.
• El 12 de junio, por el Día del Perro, se dará una conferencia en el auditorio del Ministerio de Cultura. Es gratuita y el aforo es para 50 personas. Haz tu reserva con tiempo al mismo correo claudia. perrosinpelo@gmail. com.
Testimonio
Claudia Gálvez, defensora del perro sin pelo peruano ‘No los abandonen’
¿Qué significa que el perro sin pelo sea patrimonio de la Nación?
Estamos justo ahora trabajando una propuesta con el Ministerio de Cultura, ya que el hecho de tener estos perros en museos y sitios arqueológicos no asegura que estén bien cuidados. La propuesta es reemplazar al animal vivo con una maqueta que brinde toda la información necesaria.
¿Es cierto que tienen propiedades curativas?
Al no tener pelo, es considerado un perro ‘hipoalergénico’, es decir, no puede generar alergias, asma o infecciones respiratorias, como hacen varios otros que mudan pelo. No tienen pulgas, garrapatas, ni ácaros y son muy fáciles de mantener limpios. Yo soy asmática, y dormir con mis perros es como dormir con una bolsa de agua caliente que se mantiene así toda la noche, evitándome espasmos de asma por el frío.
Has hecho un cómic que se llama Misky y Auqui, una aventura en el pasado. Cuéntame de eso.
El cómic es mi sueño hecho realidad, es una historieta basada en el mito de Cahuillaca, una princesa de Huarochirí, y Cuniraya, un dios que se enamoró de ella. Cuenta cómo se formaron las Islas de Pachacamac. Miski y Auqui son unos perros que viajan en el tiempo, van a esa época y viven muchas aventuras en su trayecto de Huarochirí al mar. Cuesta 5 soles y puedes adquirirlo escribiéndome a claudia. perrosinpelo@gmail.com.
¿Cuál es el reto más grande ahora?
Cuando empecé, era que la gente los conociera. Hoy, que no los abandonen…
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