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Jorge Sánchez Herrera – Nómena ArquitecturaArquitecto/Urbanistajorge@nomena-arquitectos.com
En un ambiente de desconfianza y descrédito político, resulta importante que las autoridades municipales marquen rápidamente, a través de acciones, ejemplos o pequeñas obras, cuáles serán sus políticas durante los cuatro años de gestión.
La semana pasada, la Municipalidad de Miraflores comenzó la recuperación del tradicional pasaje San Ramón, comúnmente conocido como Calle de las Pizzas, luego de décadas de descuido que la convirtieron en un foco de prostitución y comercialización de drogas. Luego del retiro de las estructuras de madera que servían de prolongación de bares y restaurantes, la calle ha recuperado su sección original y se han vuelto a revelar las fachadas originales de sus edificios.
La Municipalidad, también, ha circulado algunas imágenes de cómo quedará el pasaje después de su remodelación. Más allá de detenerme en el detalle, resulta importante resaltar los lineamientos generales. La idea es que los restaurantes puedan prolongar sus mesas hacia el pasaje pero sin cerramientos fijos y con toldos retráctiles, recuperando sus árboles y tratando de que el espacio público recupere su amplitud sin perder actividad.
Las imágenes, también, representan una oportunidad. La Municipalidad de Miraflores podría utilizar el mecanismo de concursos públicos de arquitectura, recientemente incorporado en la Ley de Contrataciones del Estado, para realizar un mejor diseño. Estoy seguro de que, con unas bases simples y bien planteadas, la Municipalidad podría recibir, en corto tiempo, propuestas de los mejores arquitectos de la ciudad.
Adoptar un proceso así para la recuperación de un espacio emblemático para el distrito sería, en mi opinión, un golazo para la nueva gestión. Podría, por ejemplo, consultar entre los vecinos a través de la exhibición de los proyectos finalistas, con el objetivo de afinar la obra final. También aseguraría un proceso democrático, participativo y transparente, lo cual ayudaría (más allá de las palabras) a desmarcarse verdaderamente de la gestión metropolitana anterior, cuyas costumbres con Lima eran totalmente opuestas.
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¡Anímese, nuevo alcalde! Son muchas las autoridades en otras ciudades que han construido su reputación y crédito político sobre la base de la ejecución de proyectos arquitectónicos y urbanos generados a través de concursos públicos de diseño. Además, al ser Miraflores un referente para la ciudad, el éxito de un proceso así ayudaría a que otros distritos repliquen la utilización del mecanismo en sus propias obras.
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