La cuarentena dictadas en la mayoría de las ciudades más importantes de América ayudan a frenar el coronavirus, pero también traen consecuencias dolorosas para muchos… Es el caso del pequeño Luis Marcelo de 11 años, de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.
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En la mañana vio salir a sus padre a buscar trabajo, pues quedaron cesantes tras el cierre de la ciudad. El y sus hermanos ya llevaban tres días sin comer y el hambre ya dolía… Fue ahí cuando el niño vio en Facebook el aviso de que una fundación entregaba una canasta de alimentos a las familias mas necesitadas. Queda al otro lado de la ciudad, a 8 kilómetros de distancia, pero Luis Marcelo no dudó, dejó a sus hermanos y se echó a caminar.
El pequeño recorrió todo ese trayecto en tres horas hasta que llegó. Ahí los voluntarios d la fundación Calentando Corazones no podrían creer la historia del pequeño: ‘Estuvimos comiendo huevo con arroz, pero hace tres días se acabó’, declaró al diario El Deber. Y el menor no escondió su gran temor durante el viaje: ‘Tenía miedo de que alguna patrulla me agarrara por salir a la calle’.
Tras conocerse la historia de Luis Marcelo, muchos vecinos se agolparon en su casa para ir a donar víveres. ‘Me siento contento porque mis hermanos van a poder cenar esta noche’, aseguró el pequeño.
Fuente Publimetro Chile
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