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Washington. Los últimos diplomáticos en Washington fieles al líder del chavismo, Nicolás Maduro,** abandonaron este miércoles la embajada de **Venezuela en la capital de Estados Unidos, pero en su interior quedaron un centenar de personas erigidos en “colectivo” que la defienden de los enviados del mandatario encargado Juan Guaidó.
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Por su fachada, la embajada tiene un aspecto más parecido al de una “casa okupa” que al de un edificio diplomático, con enormes pancartas hechas a mano que cuelgan del tejado y que rezan “no a la guerra por petróleo”, “stop al golpe”, “paz” o “no a las sanciones letales”.
Otra, con la característica mirada del fallecido presidente Hugo Chávez, observa a los agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos que hacen guardia en el exterior del edificio, ubicado en el acomodado barrio de Georgetown, y que no quisieron comentar a EFE el propósito de su misión.
El Gobierno de Donald Trump había puesto el día miércoles como fecha límite a los diplomáticos de Maduro para que se fueran, pero antes de hacerlo y conocedores de las intenciones de los enviados de Guaidó de tomar el control de la embajada con el apoyo de EE.UU., ofrecieron las llaves del edificio a un grupo de chavistas locales.
El denominado “colectivo de protección de la embajada”, que desde hace semanas duerme en la legación, hizo un llamado a las personas que simpatizan con su causa para llenar el edificio y defenderlo así de una posible toma o desalojo, al que respondieron un centenar de personas.
[goldfish_publicidad]En la embajada, los activistas pro-**Maduro** compartían obsequios que los diplomáticos habían dejado antes de irse, como discos de música venezolana, libros, carteles de **Chávez**, pines conmemorativos del bicentenario de la independencia o figuras del libertador Simón Bolívar.
Rodeada de cuadros de Chávez que cuelgan de las paredes, Margaret Flowers, una de las activistas, explicó a EFE que está preparada para resistir: “No nos vamos, si nos dicen que nos vayamos, no nos vamos”.
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A mediados de marzo, el enviado de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, reconocido por el gobierno de Donald Trump como legítimo embajador de Venezuela en EE.UU., hizo públicas sus intenciones de hacerse con el control de la embajada en las “próximas semanas”.
Los chavistas del “colectivo de protección” no saben si realmente las autoridades los desalojaran o si Vecchio tratará de tomar el control del edificio en las próximas horas, pero sí son conscientes que cualquier escenario es posible.
— Respuesta de Estados Unidos —
El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, calificó este jueves de “violación de la ley” la presencia en la embajada de este grupo de chavistas y afirmó que “tienen que marcharse”, sin precisar detalles sobre un posible desalojo.
“Es una clara violación de la ley”, declaró Abrams a los periodistas. El funcionario subrayó que “no hay capital en el mundo, no hay gobierno en el mundo que permita eso”.
“Ninguno, y nosotros tampoco, lo vamos a permitir”, puntualizó Abrams, quien, no obstante, consideró que es el enviado de Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio, quien debería definir las circunstancias de un hipotético desalojo de los manifestantes, aunque agregó que este ya ha solicitado a los activistas que evacúen el lugar.
Por otro lado, el enviado especial para Venezuela hizo hincapié en que su país no elegirá al próximo presidente de Venezuela: “Nosotros, como lo hemos hecho antes, reconoceremos los resultados de una elección libre”, dijo.
Respecto a la postura de España y de la Unión Europea (UE), en general, frente al régimen de Maduro, Abrams señaló que EE.UU. no ha visto el mismo tipo de “presión” contra Venezuela, en alusión a sanciones o restricciones de viaje.
Abrams, uno de los ideólogos de la estrategia de Estados Unidos **contra del régimen de **Maduro, participó este jueves en el encuentro “Venezuela After Maduro: A Vision for the Country’s Future”, en el centro de pensamiento Atlantic Council, al que también asistió Vecchio.
La intervención de Abrams fue interrumpida por una seguidora del grupo de activista Code Pink, varios de cuyos integrantes permanecen en la embajada venezolana.
La mujer, que fue retirada por guardias de seguridad, portaba una pancarta en la que denunciaba un “golpe de Estado” en Venezuela y arengas contra de Guaidó.
El pasado 18 de marzo, representantes de Guaidó, quien se proclamó en enero presidente interino del país, ocuparon el Consulado de Venezuela en Nueva York y de dos edificios del Ministerio de Defensa en Washington.
Fuente: EFE