Helsinki. Tras una prolongada carrera como líder obrero, en la que llegó a ser tildado de “gánster sindical”, el presidente del opositor Partido Socialdemócrata (SDP), Antti Rinne, tiene muchas opciones de convertirse en el próximo primer ministro de Finlandia gracias a su victoria electoral de este domingo.
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Pese a su limitada experiencia en el panorama político nacional, en el que apenas lleva un lustro, Rinne ha logrado ser el primer dirigente socialdemócrata que gana unas elecciones parlamentarias en el país nórdico desde hace veinte años, lo que le permitirá liderar las negociaciones para formar un nuevo Gobierno de coalición.
El líder socialdemócrata, de 56 años, no destaca especialmente por su carisma, aunque eso es algo a lo que están acostumbrados los votantes finlandeses, para quiene**s las propuestas y los programas electorales son más importantes que el magnetismo de los líderes**.
En su caso, el mensaje de campaña era claro: el anterior Ejecutivo de centroderecha socavó durante cuatro años los cimientos del Estado de bienestar con sus políticas de austeridad y ahora lo que Finlandia necesita es aumentar la inversión en educación y en la protección social de los ciudadanos más desfavorecidos.
**Es posible que su éxito se deba más a errores ajenos **que a sus propios logros, pero lo cierto es que ahora tiene la oportunidad de demostrar que como él mismo sostiene se puede mantener un elevado nivel de bienestar sin hipotecar el futuro del país.
Nacido en la capital finlandesa en 1962, de padres abogados, Rinne fue un estudiante brillante que cursó toda la carrera de Derecho en el transcurso de un año y medio en la Universidad de Helsinki.
Interesado en Derecho laboral, dedicó casi toda su carrera profesional a dirigir varias organizaciones sindicales, entre ellas Pro, el mayor sindicato del sector privado de Finlandia.
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Durante esta etapa mantuvo una actitud muy combativa en la defensa de los derechos de los trabajadores, convocando huelgas que en ocasiones rayaron en la ilegalidad, lo que le valió el apodo de “gánster sindical” entre los representantes de las organizaciones patronales.
Su firmeza a la hora de negociar los convenios colectivos le convirtió en el líder obrero más célebre de **Finlandia **y el más temido por la patronal.
En 1997 comenzó su carrera política a nivel local y fue elegido concejal por el SDP en el ayuntamiento de Mäntsälä, un pequeño municipio al norte de Helsinki.
Sus primeros intentos de dar el salto a la escena política nacional no fueron muy exitosos, ya que en 1999 se presentó a las elecciones parlamentarias y no fue elegido en Finlandia el voto es directo, no por listas, y en 2012 se postuló a la vicepresidencia del SDP, pero tampoco lo eligieron.
Sin embargo, en 2014, sin ser siquiera diputado, disputó la presidencia del partido en unas primarias a la entonces líder socialdemócrata y ministra de Finanzas Jutta Urpilainen, a la que derrotó por un estrecho margen gracias a su reputación y al respaldo de los sindicatos.
Esa victoria supuso un salto de gigante en la carrera política de Rinne, quien relevó a Urpilainen en la presidencia del SDP y heredó su cargo al frente del Ministerio de Finanzas para el resto de la legislatura.
Un año más tarde, en sus primeras elecciones parlamentarias como líder socialdemócrata, Rinne obtuvo su primer acta de diputado, pero su partido registró los peores resultados de la historia (el 16,5 % de los votos), lo que le cerró las puertas del siguiente Gobierno de coalición.
Durante los últimos cuatro años ha liderado con firmeza la oposición y ha criticado duramente los recortes del Ejecutivo en sanidad, educación, desempleo y otras prestaciones sociales.
Rinne estuvo cerca de perderse la campaña electoral por graves problemas de salud, ya que durante las pasadas vacaciones navideñas enfermó de neumonía en España, donde estuvo ingresado en cuidados intensivos.
La neumonía se complicó con una infección del pericardio, la membrana que recubre el corazón, y cuando finalmente pudo regresar a Finlandia, los médicos descubrieron que también tenía una arteria ocluida, por lo que su recuperación se alargó varios meses.
Fuente: EFE