Washington. El letrero de Venezuela **en la Organización de Estados Americanos (**OEA) desapareció hace un día durante más de una hora después de que Gustavo Tarre, representante de Juan Guaidó, consiguiera un puesto en el organismo, lo que este miércoles se convirtió en la comidilla en los pasillos.
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Según pudo comprobar EFE, el cartel ha sido repuesto y ya se encuentra en el Salón Libertador Simón Bolívar, donde se reúne el Consejo Permanente de la OEA, que agrupa a los embajadores del organismo.
La desaparición se produjo después de que el Consejo Permanente aprobara este martes una resolución para reconocer a Tarre como representante por designación de la Asamblea Nacional de **Venezuela **(AN).
En declaraciones a la prensa, Tarre aseguró que el cartel de Venezuela [de color negro y con letras blancas] había sido robado por la diplomática Asbina Ixchel Marín Sevilla, leal al líder del chavismo, Nicolás Maduro, y que el martes ocupó el escaño del país caribeño.
«__Es un robo más. Venezuela está acostumbrada al saqueo de los bienes públicos. Lo que pude ver por televisión es que la representante de la usurpación se llevó el letrerito que dice ‘Venezuela’, que está en la mesa del Consejo Permanente__», aseguró Tarre.
“No sé si lo hace como un recuerdo o con qué finalidad, pero en todo caso es una apropiación indebida de bienes públicos”, añadió el diplomático, que este miércoles presentó sus cartas credenciales.
Por el momento, la delegación de **Venezuela **no ha hecho ningún comentario al respecto.
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Este martes, la **OEA **retransmitió en directo la sesión de su Consejo Permanente, pero en el vídeo no se observa a Marin Sevilla robando ningún tipo de objeto.
Los carteles sirven para identificar a los representantes de los 34 miembros activos de la OEA [Cuba pertenece al organismo pero no participa en él desde 1962].
Los diplomáticos colocan esos carteles de manera vertical cuando han solicitado su turno de palabra y también golpean con ellos la mesa cuando consideran que necesitan hablar inmediatamente porque se está violando alguna norma del reglamento interno.
Esos golpes han provocado que algunos de los carteles se deterioren y tengan que ser reemplazados, algo que ocurre con sesiones especialmente polémicas, como la del martes sobre **Venezuela**.
Durante un tiempo, los carteles se fabricaron en la propia sede de la **OEA **en Washington con una máquina especial, pero ese artilugio se estropeó y ahora se encargan a una empresa externa.
Fuente: EFE