Ella es ‘Fátima’, tiene 14 años. Vendía golosinas en la calle cuando el conductor del mototaxi que tomó para ir a su siguiente punto de venta la llevó a un lugar aislado y la violó. Cuando los agentes de policía llegaron, arrestaron al agresor, pero también a la niña y, mientras el hombre quedó rápidamente en libertad, ‘Fátima’ fue acusada de ejercer la prostitución. Su sufrimiento no terminó ahí.
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’Fátima’ estuvo encarcelada durante un mes y cuenta que fue violada en repetidas ocasiones. Su tía solo logró su liberación gracias al Centro Elman de ayuda a mujeres.
En la conservadora Somalia, culpar a las víctimas de violación es la norma, pero la violencia sexual es raramente perseguida. Mientras Fátima continúa enfrentándose a una posible comparecencia judicial, sus atacantes están libres. Sin embargo, hay esperanza de que las actitudes puedan cambiar poco a poco.
