Se dice que el cerebro de los gatos es capaz de recoger información, asimilarla e incluso utilizarla para su propio beneficio, convirtiéndolo en uno de los animales domésticos más inteligentes.
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Como prueba de lo anterior podríamos considerar lo ocurrido recientemente en una vivienda en la que conviven un felino y un can, siendo este último víctima del ingenio del primero. ¿Qué pasó?
Se trata del insólito momento en que el gato protagonista del video de Facebook finge ser una estatua para golpear a su ‘hermano’. Para lograr su cometido, el minino optó por quedarse quieto mientras el can lo miraba fijamente, aprovechando cierto momento de distracción para ‘abofetearlo’.
Sorpresivamente, el perro se limitó a simplemente gruñir, como si no terminara de entender que quien lo agrede es realmente un gato de carne y hueso.
El hecho fue registrado en video por el dueño de ambos animales y compartido posteriormente en** Facebook**. En algunas horas, el clip se viralizó registrando millones de reproducciones y miles de reacciones.