Un dato cruel pero verídico es que el 50% de los matrimonios acaban separándose. Sin embargo, hay una categoría conocida como divorcio gris, que incluso puede ser más dolorosa que una ruptura de otro tipo. Y es que a lo largo del tiempo las relaciones van afianzándose, o al menos ganando más familiaridad, por lo que decir adiós a un ‘mejor amigo’ puede ser muy difícil.
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Pese a que la edad hace que se intente con más fuerza evitar el desenlace, cuando no hay nada qué hacer o es mejor renunciar por amor propio, las personas mayores enfrentan desafíos que los pueden llevar al borde de la depresión y por eso te decimos cómo evitarlo.
¿Qué es un divorcio gris y cómo sobrevivir a él?
Según la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, el divorcio gris es aquel que surge a partir de los 50 años de edad en parejas que llevan juntas toda la vida.
Esto se puede deber gracias a cambios en los objetivos a futuro y metas, problemas de salud, vacíos emocionales ocasionados por la vejez o el nido vacío, infidelidad, pasar mucho tiempo separados, monotonía u otras causas.
“Viven vidas paralelas y se vuelven más compañeros de piso que una pareja enamorada”, describe un reportaje de El Confidencial para dar a entender lo que muchas parejas experimentan en el proceso.
Por eso, deciden aprovechar esta etapa vital por todo lo alto, así sea que implique atravesar por un doloroso divorcio gris. Los expertos recomiendan no aislarse sino mas bien apoyarse en toda la transición de amigos, hijos y familiares, también dedicarse a pasatiempos que te llenen el corazón y acudir a terapia psicológica.
Además de estas herramientas, la meditación, llevar un diario de emociones, reforzar prácticas espirituales como orar y llevar un diálogo interno cargado de optimismo pueden hacer la diferencia en medio de la recuperación.
