“Más noble que una lechuga”. Hasta el Chapulín Colorado en su frase icónica reconoció las bondades de esta planta, unas veces subestimada y otras tantas ignorada. La lechuga suele ser utilizada como decoración o acompañante en los platos cuando en realidad tiene todas las cualidades para ser la protagonista del plato.
Este vegetal es más que unas cuantas hojas verdes. Generalmente se le ve en las ensaladas o complementando otras recetas, incluso una rica hamburguesa. Siempre contamos con la lechuga en mesa sin saber todos los secretos y propiedades que esconde esta planta prácticamente sin sabor.
En su interior realmente esconde increíbles propiedades, las cuales te contamos a continuación.
Mantiene los huesos fuertes
Tanto la lechuga como la mayoría de los vegetales de hojas verdes se les considera una de las mejores fuentes de vitamina K que es fabulosa para la formación de huesos y su calcificación, según se explica en el canal de Youtube del médico Agustín Landivar.
Incluir este vegetal en la dieta diaria ayuda a evitar patologías de los huesos como la osteoporosis, pero además, por el aporte de esta vitamina, es un aliado en la coagulación de la sangre y el tratamiento de hematomas.
Un coctel de antioxidantes
Una taza de lechuga romana contiene 82 % de la vitamina A que se requiere a diario, también de la vitamina C. Esto da una idea del contenido realmente alto de antioxidantes que previenen el daño de las células, y por ende, la aparición de muchas enfermedades.
Aliado para la vista
Los vegetales son fuente natural de vitaminas esenciales para el funcionamiento del cuerpo. Así se recomienda la ingesta de zanahorias para mejorar la salud visual, la lechuga se incluye entre los aliados para evitar el deterioro de esta función que se va deteriorando con los años.
Esta plata aporta carotenoides y zeaxantinas, que ayudan a prevenir la degeneración macular y cataratas, entre otras patologías en los ojos.