Una investigación desarrollada por especialistas del Liverpool John Moores University (LJMU), explicó que el color de los ojos puede determinar la capacidad visual y su funcionamiento según la luz que rodee el ambiente.
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La conclusiones fueron contundentes al encontrar que las personas que tienen los ojos azules podrían tener una mejor visión en condiciones de poca luz en comparación con aquellas con ojos marrones. Esto además, explicaría el por qué de la mayor prevalencia del color azul en ciertas poblaciones, como por ejemplo, en el norte de Europa, lugar donde paradójicamente los ambientes externos suelen ser más oscuros.
Explicación científica
Kyoko Yamaguchi, perteneciente la Escuela de Ciencias Ambientales y Biológicas de la casa de estudios británica, intenta descubrir si existe una base biológica para las iluminaciones más débiles al momento de querer leer. Para ello, junto a su estudiante Faith Erin Cain, evaluaron la visión de personas de ascendencia europea con ojos azules o marrones.
Tras permanecer a oscuras por 30 segundos se aumentó gradualmente el brillo de la luz hasta poder leer una secuencia de letras en una pared a tres metros de distancia. El resultado reflejó que quienes contaban con ojos azules necesitaron un nivel de luz de 0.7 lux en promedio, en comparación con 0.82 lux para los de ojos marrones.
Los ojos azules fueron un efecto secundario de la selección para tener piel más clara y cabello rubio, lo que estaría promovido por la necesidad de obtener suficiente vitamina D. El cuerpo utilizan los rayos ultravioletas para producir vitamina D en la piel, por lo que una piel más oscura puede contribuir a un déficit de vitamina D en regiones con poca luz solar.
No obstante, los ojos azules pueden ser una desventaja cuando en el entorno la luz es brillante. Algunos estudios sugieren que los iris azules dispersan más luz que los marrones, degradando la calidad de la imagen.