Conservar los alimentos por varios días puede ser una tarea titánica si no sabes las recomendaciones pertinentes, es por ello la gran importancia de estar informados para no cometer el penoso error de tener que desecharla a la basura y no sacarle el máximo provecho.
Es acá donde es tan importan las conservas, ya que son capaces de evitar o ralentizar el deterioro de los productos procesados. Existe una variedad de ellas y cada una cuenta con características específicas que la hacen muy útiles y saludables.
Tipo de conservas
- Salmuera: método de conserva muy habitual que consiste en una mezcla de agua y sal que, a veces puede llevar otros ingredientes como vinagre, azúcar o hierbas aromáticas.
- Escabeche: Es la conservación de alimentos en vinagre, también suelen llevar aceite y especias o hierbas añadidas. Es muy habitual su uso para conservar pescados (atún, mejillones, sardinas etcétera) pero también puede usarse para la conservación de carnes.
- Mermeladas, confituras, almíbares: son habituales para la conservación de frutas y verduras. Se trata de conservas que utilizan un elevado contenido en azúcar para conservarse (normalmente 1 Kg de azúcar por cada kilo de fruta y verdura).
- Conservas deshidratadas: son habituales para frutas, verduras o hierbas. Se preparan disminuyendo el porcentaje de agua del alimento al menos en un 25% mediante exposición al aire o al calor.
- Salazón: son las soluciones concentradas de sal que reducen la proliferación de microorganismo en el producto y potencian el sabor.
- Ahumados: consiste en someter a los alimentos a humo que proviene del quemado de madera. Igualmente prolonga su vida útil, aunque menos que con el salazón, y adquieren un sabor característico.
- Conservas de verduras, hortalizas y legumbres: se preparan con la materia prima previamente cocida y se conservan en soluciones de agua con sal y/o azúcar.