Treinta años pasaron desde el último caso de difteria en Guinea. Pero hace seis meses los locales comenzaron a sentir fiebre, tos y dolor de garganta, síntomas parecidos a la gripe. Los médicos no se preocuparon hasta que los niños murieron. Se dieron cuenta la enfermedad, que tiene vacuna, regresó.
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La difteria registra nuevos casos
“Hasta diciembre de 2023, ha habido alrededor de 25.000 casos de difteria en África occidental y 800 muertes. En Guinea, los casos se concentraron en Siguiri, una prefectura rural en el noreste del país, y los primeros datos mostraron que el 90 % ocurrieron en niños menores de cinco años”, explica NPR en su portal web.
La Clínica Mayo indica que la difteria “es una infección bacteriana grave que suele afectar a las membranas mucosas de la nariz y la garganta. La difteria es muy poco frecuente en los Estados Unidos y en otros países desarrollados gracias a la vacunación generalizada contra la enfermedad”. La enfermedad afecta mortalmente a los niños.
¿Qué es la difteria?
La bacteria de la difteria es bastante contagiosa cuando hay contacto directo con llagas o ulceras infectadas, pero también al respirar gotitas respiratorias.
La bacteria libera toxinas que bloquea las vías respiratorias y forma algo parecido al moco, llamado pseudomembrana, en la garganta.
“Esto puede matar al paciente por asfixia”, afirma Adélard Shyaka, coordinador médico de Médicos Sin Fronteras en Guinea. “Pero la toxina también se mueve por el cuerpo y puede dañar el corazón, los riñones y el sistema nervioso”. Dicho daño (por asfixia, miocarditis, insuficiencia renal y mal funcionamiento de los nervios) significa que la difteria es fatal en hasta el 50 % de los casos sin tratamiento.
“Una enfermedad de la pobreza”
La enfermedad cobró muchas vidas en el siglo XX, pero se puede prevenir casi por completo mediante la vacunación.
“La difteria es y siempre ha sido una enfermedad de la pobreza”, asegura Ankur Mutreja, del Instituto de Inmunología Terapéutica y Enfermedades Infecciosas de Cambridge. “No se trata solo del brote en África occidental, sino de muchos otros brotes [recientes], después del terremoto en Haití, después de la guerra en Siria, en Bangladesh, cuando los rohingyas fueron desplazados en 2017″.