Morderse las uñas es algo que muchos hacen en la cotidianeidad o han hecho alguna vez en sus vidas, pero posiblemente no querrán admitir por lo mal vista que es esta costumbre socialmente.
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Sin embargo, aunque sea una práctica bastante común que parece inofensiva, la onicofagia o manía de comerse las uñas no es un hábito para nada saludable y tiene el potencial de causar mucho daño.
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Las razones por las que morderse las uñas es malo y deberías evitarlo
Y es que, al llevarse las manos a la boca para morderse una uña, una persona está posiblemente introduciendo en su organismo cualquier patógeno que esté alojado en sus dedos en ese momento.
Aunque los malos hábitos son difíciles de dejar, no quiere decir que sea imposible abandonarlos y el conocer los posibles efectos negativos podría ayudarte a deshacerse de esta mala costumbre.
Por eso, a continuación, te decimos 8 razones por las que deberías evitar morderte las uñas:
Puede provocar infecciones
Las uñas son grandes recipientes de suciedad y residuos. Por eso, cuando masticas las tuyas, estás permitiendo que todos los gérmenes que estén en ellas entren y causen posibles infecciones.
“Las uñas de las manos están casi el doble de sucias que los dedos”, explicó a la revista Shape el dermatólogo Michael Shapiro. “Las bacterias a menudo se quedan atrapadas debajo de las uñas y luego pueden transferirse a la boca, provocando infecciones en las encías y la garganta”, expuso.
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Agrava los padrastros en las uñas
Por lo general, los padrastros son muy punzantes, pero el morderse las uñas o masticarlos y arrancarlos con los dientes puede agravarlos e incluso infectarlos, lo cual genera un mayor dolor.
“Masticar agrava la piel seca, empeora la descamación y provoca más padrastros”, aseguró el médico internista Kristine Arthur al medio previamente citado.
La especialista explica que el quitarse los padrastros con la boca muchas veces hace que el desgarro sea más largo y profundo. Aparte, si te muerdes las cutículas y uñas hasta lo vivo, puedes abrir llagas.
Tales lesiones se convierten en una entrada para que las bacterias entren y provoquen que se infecten. Por eso, lo mejor es prevenir los padrastros humectando con regularidad el área.
Abre puerta a las enfermedades virales
Las bacterias no son las únicas que podría entrar en tu organismo al morderte las uñas, este hábito también incrementa el riesgo de contraer virus que pueden generar diferentes enfermedades.
“Piensa en cada cosa que tocas durante el día, desde los pomos de las puertas hasta los inodoros”, apuntó Arthur. “Los gérmenes pueden vivir en estas superficies durante horas”.
“Por lo que cuando te llevas las manos a la boca, te estás exponiendo a los virus del resfriado y la gripe, o incluso a enfermedades graves como la hepatitis”, explicó la experta.
Puede causar envenenamiento tóxico
Si una persona se come las uñas pintadas con esmaltes o cualquier otro producto utilizado en el nail art –brillantinas, joyas, polvos para inmersión– puede llegar a sufrir un envenenamiento tóxico.
“Los esmaltes de uñas normales contienen muchas toxinas, pero los esmaltes en gel tienen sustancias químicas que están específicamente aprobadas sólo para uso tópico”, resalta Arthur.
Por lo tanto, “no deben ingerirse”, señala. Si bien puede tomar mucho tiempo el acumular un nivel tóxico en el sistema, se corre un riesgo; en especial, si la persona se come las uñas compulsivamente.
Aumenta el riesgo de crecimientos fúngicos
Comerse las uñas puede provocar que las levaduras, hongos y otros microorganismos se aposten debajo y alrededor del área, lo que genera hinchazón, enrojecimiento y hasta secreción de pus.
“Los que se muerden las uñas son particularmente susceptibles a la paroniquia, una infección de la piel que se produce alrededor de las uñas”, destacó el doctor Shapiro.
Daños en la dentadura
Las manos no son las únicas que sufren al morderse las uñas, también lo hacen los dientes, los cuales pueden agrietarse y desgastarse al masticar continuamente los dedos.
De acuerdo a Shapiro, este hábito “puede interferir con la oclusión dental adecuada o la forma en que los dientes superiores e inferiores se juntan cuando cierra la boca”.
“Además, los dientes pueden salirse de su posición adecuada, deformarse, desgastarse prematuramente o debilitarse con el tiempo”, agregó.
Cambios en la forma de los dedos y las uñas
Más allá de arruinar tu manicura, el comerse las uñas de manera continua puede provocar que las mismas comiencen a verse ásperas y presentar otros cambios en su apariencia.
La doctora Arthur explica que esto se debe a que morderse las uñas de forma asidua ejerce presión sobre la pared de estas lo que, eventualmente, puede transformar su forma o curvatura.
Según explicó, la costumbre de masticarse las uñas puede hacer que las mismas crezcan nuevamente, pero de forma desigual o con crestas llenas de baches.
Aparición de uñas encarnadas
Las uñas encarnadas en los pies es algo que la mayoría ha padecido alguna vez, pero el morderse las de las manos puede provocar que estas aparezcan también en los dedos.
Según Shapiro en su conversación con la revista ya citada, las uñas encarnadas solo provocan hinchazón, enrojecimiento y dolor mientras crecen en el mejor de los casos.
No obstante, en el peor de los escenarios, el dermatólogo aseguró que estas pueden agravarse hasta el punto de generar una infección e incluso ameritar una cirugía.
