A partir de este jueves 23, los cines del mundo podrán disfrutar de la nueva película dirigida por Ridley Scott “Napoleón”, que cuenta con las actuaciones de Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby.
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Como lo adelanta el nombre, se trata de un biopic alrededor de la figura de Napoleón Bonaparte, famoso emperador francés. La cinta relata el ascenso al poder de Bonaparte y su historia de amor con Josefina, el gran amor de su vida y con la que tuvo una volátil historia sentimental.
A menudo catalogado como uno de los tiranos más influyentes de la historia, el personaje de Napoleón es una figura polémica pero que contribuyó a transformar toda una era de la historia europea.
Sin embargo, existen unos detalles que deberías saber antes de sumergirte en la épica apuesta de Ridley Scott, y por esto, a continuación te contamos 5 curiosidades sobre Napoleón:
Napoleón y el Síndrome de Stendhal
Durante su visita a la Galería de los Uffizi en Florencia en 1810, Napoleón experimentó síntomas del Síndrome de Stendhal. Este síndrome se caracteriza por una fuerte reacción emocional, como mareos o confusión, al contemplar obras de arte excepcionales.
Su baja estatura
A pesar de que se hable mucho de que Napoleón era bajito, lo cierto es que medía alrededor de 1.57 metros, que era aproximadamente la estatura promedio de los hombres franceses de la época.
La idea de que era extremadamente bajo surgió en parte debido a la diferencia entre las medidas francesas y británicas. En las mediciones francesas, Napoleón era de estatura media, pero cuando se tradujo a las medidas británicas de la época, parecía más bajo de lo que realmente era.
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El complejo de inferioridad de Napoleón
A pesar de su imagen de líder autoritario y seguro de sí mismo, Napoleón padecía un complejo de inferioridad relacionado con su origen humilde. Al haber nacido en Córcega en una familia de la baja nobleza, siempre se sintió en desventaja frente a la aristocracia francesa.
El temor a los gatos
Se dice que Napoleón tenía un temor irracional a los gatos. Según algunas historias, su miedo se originó durante su estancia en Egipto, donde se encontró con numerosos gatos considerados sagrados en la cultura egipcia. Se cuenta que incluso en sus últimos días en el exilio en la isla de Santa Elena, Napoleón exigía que los gatos fueran mantenidos alejados de él.
Un lector insaciable
A pesar de estar bastante ocupado al ser un líder militar y político, Napoleón Bonaparte era un ávido lector. Se dice que llevaba consigo una extensa biblioteca personal durante sus campañas militares. Su interés abarcaba una variedad de géneros, desde la historia militar hasta la filosofía. Algunos informes sugieren que llevó consigo obras de autores como Shakespeare y Voltaire, evidenciando su amor por la literatura y el conocimiento.