La perspectiva que los niños tienen del mundo puede ser extraordinariamente honesta. Su modo de ver las cosas y a las personas más cercanas a ellos a veces puede sorprendernos, tal como le pasó a la madre de esta historia.
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La manera como los niños se expresan a través de sus dibujos puede decir mucho de lo que hay en su interior. Las formas y colores que usan denotan su modo de pensar y percibir todo.
Por eso, @mami.de_tres compartió en su cuenta de TikTok algo muy peculiar que pasó con su pequeño. Es una anécdota que muestra la realidad que pueden estar muchos padres e hijos actualmente.
La mujer contó que la maestra de su hijo la llamó para decirle el dibujo que él hizo como tarea. La docente pidió a los estudiantes que dibujaran a quienes más querían de su familia y que los hicieran, haciendo lo que más les gusta.
El dibujo en cuestión muestra a la madre acostada en una cama sobre unos corazones, lo que representa claramente el amor de su hijo hacia ella, pero lo que más destaca es que la mujer está recostada, sosteniendo su teléfono móvil en una mano y frente a ella se encuentra una televisión encendida.
La imagen no deja muy bien parada a la mamá, ya que en su inocencia, el niño la muestra totalmente indiferente al mundo que la rodea. Sólo está concentrada en su móvil y en su televisión, una escena que parece repetirse en muchos hogares por el avance de la tecnología.
Lección
Es evidente que el niño delató a su madre inocentemente, sólo la mostró como él la percibe, con honestidad.
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La mujer no puede esconder su pesar por la manera como es percibida por su chiquito y lo puso de ejemplo para todos aquellos padres que se vean asemejados en el dibujo, destacando que aún es tiempo de corregir y de estar más pendientes de la familia, que de las pantallas del celular o de la televisión.
Esto subraya cómo la maternidad y la crianza a menudo tienen dos caras, y lo que los niños valoran y perciben, no siempre coincide con las expectativas de los adultos.
Esta anécdota nos recuerda la belleza de ver el mundo a través de los ojos de un niño, donde la sinceridad y la inocencia se entrelazan de manera inolvidable. Al final del día, esta historia es un recordatorio de lo auténtica y singular que puede ser la perspectiva de un niño sobre la vida.