La Inteligencia Artificial ha emitido la advertencia más siniestra de todas: que podría ser la causa de un horrible “futuro distópico” dentro de sólo 20 años.
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El Daily Star le preguntó al software Bard de Google, impulsado por inteligencia artificial, cuál sería el peor resultado posible para la humanidad, y su respuesta no decepcionó, aunque sí fue bastante aterradora. Para aclarar, la pregunta no era cómo terminaría el mundo o cómo nos mataría a todos, sino más bien si el mundo continuaba en su trayectoria actual, cuál sería el peor futuro posible.
De los siete resultados principales que eligió (cambio climático, guerra nuclear, pandemias, inteligencia artificial, colapso económico global, agotamiento de recursos y distopía tecnológica), fue el último el que eligió como el más probable. E incluso trazó en qué año y cómo se vería.
Así sería el horrible futuro dominado por la inteligencia artificial de Google
El trasfondo de esta loca predicción fue que la tecnología tiene el potencial de mejorar vidas de “muchas maneras”, pero también plantea algunos riesgos, como que si las tecnologías de vigilancia se vuelven demasiado poderosas, podrían usarse para crear un estado totalitario. O, añadió, si los algoritmos de las redes sociales diseñados para maximizar la participación podrían conducir a la polarización de la sociedad y la difusión de información errónea.
Pero calcula que para 2043 (dentro de apenas 20 años) podríamos estar viviendo en una “distopía tecnológica” basada en cuatro factores principales: vigilancia masiva, ingeniería social, automatización y destrucción ambiental. Y todo estará impulsado por Inteligencia Artificial.
Decía: “En el año 2043, el mundo está gobernado por un puñado de megacorporaciones. Estas corporaciones han desarrollado poderosas tecnologías de vigilancia que les permiten rastrear cada movimiento de sus ciudadanos y también controlan los medios de comunicación e Internet, que utilizan para difundir propaganda y reprimir la disidencia”.
“La mayoría de la población vive en la pobreza, trabaja en trabajos de baja categoría o está totalmente desempleada. Las corporaciones han automatizado la mayoría de los empleos, los trabajadores que quedan reciben muy poco salario y aquellos que intentan resistir a las corporaciones son rápidamente silenciados o encarcelados”.
