Aunque los perros son considerados como los mayores y mejores amigos del ser humano, no pasan con nosotros la mayoría de nuestras vidas, puesto que estos cariñosos animales viven muy poco en comparación al humano promedio.
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Así quedó demostrado con el que fue el perro más viejo del mundo, quien falleció en Portugal a sus 31 años edad, según informó su propio dueño este pasado lunes.
Conocido por sus seres queridos, y luego por el mundo, como Bobi, el famoso perro guardián murió durante el fin de semana en un hospital veterinario, dijo su dueño, Leonel Costa, a The Associated Press.
Bobi vivía en Portugal y nació el 11 de mayo de 1992
Según recogieron los medios, Bobi vivía en una granja del poblado de Conqueiros, en Portugal, junto a Costa y cuatro gatos. Nació el 11 de mayo de 1992, cuando su dueño tenía apenas 8 años de edad.
En una entrevista a principios de este año, Costa dijo a la AP que el secreto para la larga vida de Bobi fue una buena alimentación, aire fresco y mucho amor.
“Bobi come lo mismo que nosotros”, dijo Costa. Otro dato relevante es que a Bobi nunca se le puso una correa.
Bobi le arrebató el Guinness World Record a Bluey, un pastor australiano que falleció en 1939 a los 29 años, y que mantuvo el récord durante casi un siglo.
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Directivos de Guinness World Records dijeron el lunes que estaban “tristes de enterarse sobre la muerte de Bobi, el perro más viejo de la historia”, mientras que en un comunicado publicado en su sitio web, señalaron que Bobi vivió 31 años y 165 días y falleció el sábado.
Bobi era un Rafeiro do Alentejo, una raza portuguesa que tiene una expectativa de vida promedio de 10 a 14 años.
