A todos nos ha dado un ataque de risa. Lo incómodo es cuando cuando pasa en momentos inoportunos que requieren seriedad. Por más que se intente aguantar, no se puede porque la situación nos ha parecido tan cómica que imposibilita mantener los protocolos.
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Esto fue lo que le pasó a un grupo de asistentes en una iglesia católica cuando el cura casi se cae en plena comunión.
El momento es viral en la cuenta @ariana0299 de TikTok. La citada usuaria mostró el caso con un video, donde se ve al grupo de personas tratando de contener la risa por el sacerdote, pero fue inevitable. Cuanto más trataban de no reírse, más fuerte era el ataque de risa.
La risa pareció contagiar a quienes estaban alrededor y se extendió a varias filas. Quienes se reían estaban rojos por el esfuerzo de contener la carcajada.
“Imagina: estás en una ceremonia de comunión y el sacerdote casi se cae”, dice en la leyenda al inicio del video.
La grabación no mostró cómo fue el tropezón del cura, sino sólo la reacción de las personas, tras el hecho. Por si fuera poco, uno de los jóvenes que estaba sentado en primera fila seguía con el ataque de risa cuando el presbítero le daba la hostia. No podía dejar de reír, teniendo frente a frente al protagonista del chiste que le hizo tanta gracia.
A pesar de todo, el sacerdote lo bendijo y le dio un abrazo.
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Virales reacciones
El primer video superó las 21 millones de reproducciones y tiene casi 12 mil comentarios de personas que también expresan sus emojis de carcajadas por el caso. Muchos contaron experiencias similares.
“Yo experimenté algo similar en una misa donde el padre no podía pronunciar la ‘r’ y decía ‘olemos”, “ver cómo se sonrojan al contener la risa”, “es asombroso cómo nos provoca aún más risa cuando debemos reprimirla”, “me habría pasado lo mismo”, “lo peor es cuando tratas de calmarte pero el recuerdo vuelve a tu mente”, fueron algunos de los miles de comentarios.
En resumen, este episodio ilustra cómo la risa incontrolable puede aparecer en los momentos más inoportunos y cómo se propaga rápidamente entre las personas, incluso en contextos donde la seriedad es la norma.
Esta historia demuestra que, a veces, la risa es la mejor reacción ante situaciones inesperadas y tensas. Es un recordatorio de que la humanidad comparte el don de la risa, sin importar las circunstancias. La risa puede unirnos, incluso durante una misa solemne.