El mundo de los cruceros siempre ha sido sinónimo de aventuras vacacionales, escapadas de lujo y viajes emocionantes a destinos exóticos. Sin embargo, para una pareja de jubilados, la experiencia de los cruceros está a punto de tomar un giro completamente inusual, pues se acabará convirtiendo en su hogar por el resto de sus vidas.
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Mike Soroker, de 80 años, y su esposa Barbara, de 75 años, han dado un paso audaz al comprar una cabina en un crucero por la asombrosa suma de dos millones de euros, con planes de vivir en él por el resto de sus vidas. El crucero en cuestión es el MV Narrative, un barco que aún se encuentra en construcción..
¿Pasar el resto de la vida en un crucero?
A diferencia de otros cruceros, esta lujosa embarcación permite a los pasajeros adquirir cabinas y apartamentos a largo plazo o como alquileres vacacionales. Storylines, la empresa detrás de este innovador concepto, asegura que el MV Narrative proporcionará una amplia gama de actividades e instalaciones.
A pesar de que Mike y Barbara tenían poca experiencia en cruceros antes de tomar esta decisión, decidieron invertir en una de las cabinas residenciales del MV Narrative para disfrutar de su jubilación de una manera única. Según Mike, la diferencia fundamental radica en la duración de las estancias en los puertos.
En su opinión, los cruceros tradicionales ofrecen visitas limitadas a los destinos. En palabras de Mike, su enfoque es el de una “aventura relajante”, donde no se sienten presionados por recorrer todo el mundo a toda prisa, sino que desean aprovechar la oportunidad de explorar lugares interesantes mientras aún gozan de buena salud.
Un excelente plan de jubilación
El MV Narrative de Storylines es el lugar perfecto para llevar a cabo este plan. Sin embargo, este crucero no es el único que ha capturado la atención de aquellos que buscan una experiencia de vida única en el mar. Otros jubilados también han optado por una vida en crucero como alternativa a las tradicionales residencias de jubilación.
Un ejemplo de ello son Marty y Jess Ansen, una pareja australiana que ha pasado más de 455 días a bordo del Coral Princess de Princess Cruises y no tiene intención de detenerse. Según ellos, vivir en un crucero resulta ser una alternativa más económica que una residencia de jubilación convencional.
