Las manchas blancas de agua, de jabón y el óxido suelen ser un dolor de cabeza. No solo barren con el brillo de las griferías si no que le dan una apariencia desagradable a cualquier espacio, pero la buena noticia es que hay diferentes formas de dejarlas como nuevas.
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Eso sí, lo ideal es identificar el motivo de estas manchas para prevenirlas. En ocasiones son por fugas de agua, por falta de limpieza o simplemente porque ya la grifería cumplió su periodo de vida útil.
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Acá te dejamos tres sencillos trucos para que le devuelvas el brillo característico a estas piezas que, aunque algunos le dan poca importancia, son la cara de cualquier baño o cocina.
Limón
Esta fruta es ideal para limpiar cualquier superficie, pues no mancha ni daña y lo mejor de todo es que su cítrico barre con la grasa, suciedad y sarro presente en cualquier superficie, incluyendo la grifería. Solo debes frotar la pieza con medio limón, dejarlo actuar algunos minutos, luego enjuagar con agua tibia y secarlo.
Vinagre
Al igual que el limón, el vinagre además de ser ideal como aderezo para las ensaladas también tiene grandes poderes limpiadores. Su acidez es perfecta para desinfectar y eliminar las manchas tanto de agua como de jabón. Solo hay que hacer una pasta con vinagre y bicarbonato para luego frotarla por el grifo. Déjala reposar por algunos minutos y enjuaga con abundante agua.
Sal gruesa
Este es otro de los productos ideales para incluir en la limpieza del hogar, pues no es para nada costoso ni abrasivo como para ocasionar daños en las diferentes superficies. Combinado con un poco de vinagre, es ideal para dejar la devolverle a la grifería el brillo como si fuera nueva. Solo hay que hacer una mezcla para luego aplicarla en las piezas manchadas, después de varios minutos enjuaga con agua tibia.
Si con tan solo una aplicación no fue necesario para barrer con todo la suciedad, aplica las veces que sea necesario.