Aunque no parezca, el consumo excesivo de algunas bebidas pueden con el tiempo afectar los dientes, provocando algunas complicaciones como su desgaste. Si bien pueden acompañar nuestra comidas preferidas, estos líquidos también ocasionan un deterioro progresivo de la dentadura y es necesario tomar previsiones para evitarlo.
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Un estudio publicado por la revista Clinical Oral Investigations descubrió que las bebidas ácidas azucaradas, como los refrescos o gaseosas, son el factor común entre la obesidad y el desgaste dental entre los adultos. Igualmente, científicos del King’s College de Londres encontraron que el aumento en el consumo de gaseosas puede ser una causa principal de la erosión del esmalte dental y la dentina en pacientes obesos.
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Los especialistas mencionaron que el desgaste dental se clasifica como la tercera afección bucal más frecuente, después de las caries y las enfermedades de las encías, siendo el consumo de alimentos y bebidas ácidas una de las principales causas de esto.
También explicaron que los pacientes obesos tienen otros factores de riesgo, como una mayor probabilidad de enfermedad por reflujo gástrico (acidez estomacal) que se controló en dicho estudio.
Otras investigaciones anteriores de King’s descubrieron que el desgaste dental afecta hasta al 30% de los adultos europeos. Además, señalaron que el desgaste prematuro de los dientes ocurre por el ablandamiento del esmalte dental debido a los ácidos dietéticos o gástricos.
Indicaron los estudiosos que la capa externa (esmalte) del diente se va disolviendo lentamente y empiezan a notarse cambios en la forma o la apariencia de las piezas dentales, volviéndose más sensibles al comer o beber alimentos y bebidas frías. En el peor de los casos, la estructura del diente puede desgastarse gradualmente.
Por esa razón, los expertos hicieron un llamado a no tomar este tipo de bebidas, asear los dientes tres veces al día y acudir al dentista por lo menos dos veces al año.
