En un sorprendente giro de eventos, un profesor asistente de la Universidad de Purdue ha sido acusado de enviar un correo electrónico “sin empatía” por parte de un colega investigador, quien lo confundió con un bot de inteligencia artificial. Sin embargo, en su valiente defensa, el profesor reveló que la aparente falta de “calidez” en su mensaje se debe a su condición de autismo.
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El profesor Rua Mea Williams, de 37 años, diagnosticado con autismo, advirtió que las personas con discapacidades a menudo pueden ser confundidas con inteligencia artificial, especialmente cuando sus colegas no tienen en cuenta las posibles diferencias comunicativas de aquellos que tienen problemas neurológicos o no son hablantes nativos de inglés.
Rua Mea Williams genera polémica por un correo electrónico y acaba revelando que es autista
Williams, quien prefiere que utilicen pronombres no binarios, es especialista en computación centrada en el ser humano y ha estado enseñando en el Programa de Diseño de Experiencia del Usuario de la universidad desde 2020. Además de sus labores docentes, también revisa y critica investigaciones en el ámbito académico y científico.
La polémica surgió cuando un colega respondió al correo electrónico de Williams con un comentario sobre la aparente “falta de calidez” en el diseño de inteligencia artificial del mensaje. Sin embargo, Williams respondió rápidamente, aclarando que no era un bot, sino que simplemente se comunicaba de manera autista.
En una entrevista con The Post, Williams explicó que las personas autistas a menudo son objeto de burlas por hablar de manera “robótica”, lo cual es una queja común entre los niños autistas.
La increíble respuesta de Rua Mea Williams ante polémica por su uso del lenguaje
Williams señaló que los detectores de chat GPT, una tecnología de procesamiento de lenguaje natural, están etiquetando erróneamente a hablantes no nativos de inglés como usuarios de IA cuando, en realidad, están simplemente traduciendo su lengua materna al inglés de una manera idiosincrásica.
La situación se volvió aún más impactante cuando Williams compartió la interacción en Twitter para resaltar cómo el error de confundir su comunicación con la de una IA podría afectar a personas con discapacidades. El tuit se volvió viral, con casi 10 millones de vistas, y despertó una discusión sobre la necesidad de mayor comprensión y conciencia sobre las diferentes formas de comunicación.