La almohada es muy importante para el descanso porque ayuda a mantener la columna recta por muchas horas. En algunos casos se omite su uso cuando hay problemas cervicales, pero para la gran mayoría de las personas es primordial tenerlas en la cama ya que protegen la nuca mientras duermen.
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No solo basta tener una almohada de buena calidad sino que requiere de un buen aseo para eliminar las bacterias y los malos olores que puede acumular con el paso del tiempo. Al dejar la ventana o la puerta abierta habitación, el polvo se instala en la ropa de la cama y también en las almohadas. Por esa razón, los expertos recomiendan lavarlas muy bien por lo menos una vez al mes.
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Al limpiarlas, además de quitarles los gérmenes, estarás combatiendo los olores desagradables provocados por la transpiración corporal. Para ello existen técnicas de lavado con ingredientes especiales que les devolverán una apariencia mucho más pulcra y libre de microorganismos perjudiciales para la salud.
Lavadora
Existen almohadas que puedes llevar sin complicaciones en la lavadora. Antes de hacerlo, revisa la etiqueta y luego sigue estos pasos. Colócalas en la máquina con suficiente agua y detergente líquido para evitar que queden restos de jabón en el interior. Después del ciclo de secado ponlas en el sol durante todo un día.
Bicarbonato y vinagre
Estos dos ingredientes tienen propiedades limpiadoras muy efectivas y también desinfectan. Solo tendrás que mezclar media taza de bicarbonato con media taza de vinagre blanco. Pon las almohadas en la lavadora y cuando ya estén cubiertas de agua en la lavadora le agregas la solución. Después del proceso, enjuaga dos veces para eliminar cualquier residuo.
Agua oxigenada
Puedes usarla para manchas puntuales en las almohadas. Solo coloca un poco de ella en el sucio que tenga y con un ayuda de un paño restriega para poder quitarlo. Recuerda que solo debes hacerlo en almohadas blancas, ya que el agente químico del agua podría dañar el tono de las almohadas con recubierta de color.