La toalla sanitaria progresivamente está empezando a quedar en el pasado tras la llegada de la copa y el disco menstrual. Por diferentes razones, miles de mujeres han decidido emplear métodos más amables con el medioambiente y libre de químicos.
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Tanto la copa como el disco cumplen con la misma función, recolectar la menstruación. Aunque ambos son reutilizables y elaborados con el mismo material -en la mayoría de los casos- silicona, su forma es totalmente distinta.
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Diferencias entre la copa y el disco menstrual
La copa menstrual se inserta en la parte baja de la vagina con el fin de recoger el sangrado menstrual sin ningún tipo de derrames gracias al sello de succión que se produce. Se recomienda usar en un rango máximo de 12 horas antes de limpiarla nuevamente para volver a introducirla. Antes de elegir una es necesario que sepas tu talla, la cual puede variar según la edad y si has tenido partos o no.
A diferencia de la copa, el disco menstrual va en la parte posterior de la vagina alrededor del cuello uterino, detrás del hueso púbico, no hace efecto de succión, pues se sostiene gracias a la gravedad. Al no obstruir el canal vaginal, posibilita la actividad sexual con penetración sin tener que retirarlo.
Ahora, antes de elegir entre uno de los dos métodos es necesario saber que la copita menstrual es mucho más fácil de colocar y retirar por estar en apenas el inicio de la vagina. Es por eso que si se trata del primer encuentro con un dispositivo de este tipo, se recomienda la copa antes que el disco por su menor complejidad de uso para principiantes.
Otro punto a tomar en cuenta es la durabilidad de ambos. La copa puede durar entre 5 a 10 años según su cuidado y el disco alrededor de dos por el menor grosor de la silicona con el que está elaborado.