Guillermo del Toro es reconocido como uno de los mejores cineastas de la industria del entretenimiento. Con un toque único y especial a su esencia, las películas del mexicano están llenas de magia y fantasía. Y, aunque se le reconoce más por sus cintas live-action, el director nunca ha escondido sus inclinaciones y cariño hacia el medio de la animación.
PUBLICIDAD
Con grandes éxitos en su palmarés como el Laberinto del Fauno o La Forma del Agua, Del Toro también ha producido grandes películas y series animadas como El libro de la Vida, Trollhunters, 3Below: Tales of Arcadia, y Magos: Relatos de Arcadia. Además de eso, auspicia un programa de becas para animadores mexicanos. Su cinta más reciente fue su primer largometraje animado y uno de los proyectos que admite le ha puesto más empeño y amor, Pinocho de Guillermo del Toro. Ahora, en una reciente entrevista dijo que en el futuro se dedicará de lleno a este tipo de arte.
La próxima película animada de Del Toro es una adaptación de The Buried Giant (El gigante enterrado), libro del ganador del premio Nobel Kazuo Ishiguro , que también es producida por Netflix.
Pero, durante la master class que ofreció el cineasta en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, reveló su plan a futuro (vía World of Reel): “Hay un par de películas live-action que quiero hacer, pero no muchas. Después de eso, sólo quiero hacer animación. Ese es el plan”.
‘Memo’ comenzó su carrera en el mundo del cine en la década de 1980 como maquillador y coordinador de efectos especiales. En 1993, dirigió su primer largometraje, Cronos, una película de vampiros que le otorgó reconocimiento de la crítica y los fans del terror. Posteriormente, continuó su carrera con El Espinazo del Diablo (2001) y El Laberinto del Fauno (2006), esta última recibiendo numerosos galardones, incluidos tres premios de la Academia.