La historia de Daniel Cain es una que deja un nudo en el estómago. Un joven futbolista con una carrera prometedora en el Arsenal, su vida cambió en un abrir y cerrar de ojos cuando consumió una bebida que le dejó cuadrapléjico.
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En el 2020, cuando Cain tenía solo 20 años, había salido a celebrar con amigos en una fiesta cuando aceptó una bebida que le ofreció un extraño, la cual se encontraba adulterada con un químico. Poco después, comenzó a perder el conocimiento y sufrió un paro cardíaco.
Bebió de un trago que estaba adulterado, se lo ofreció un extraño
Cain recibió atención médica y estuvo en coma durante 25 días, después de ese tiempo logró despertar: “Cuando despertó del coma no podía hacer nada, no podía moverse, era como un recién nacido. Fue un milagro”, comentó su madre al medio británico The Independent. Los médicos le diagnosticaron al joven una lesión en la médula espinal que le había dejado cuadrapléjico. Su carrera como futbolista estaba acabada y su vida había cambiado para siempre.
Después de dos años de terapia y rehabilitación, el joven ha mejorado significativamente, sin embargo, debe recibir atención durante todo el día. Los elevados gastos médicos son cubiertos por medio de una cuenta de GoFundMe que la familia ha abierto. La tragedia de Cain no es solo una historia de una vida destrozada por una mala decisión, sino que también plantea preguntas importantes sobre la seguridad de las bebidas alcohólicas.
A menudo, las bebidas alcohólicas se adulteran con drogas peligrosas, y muchos consumidores no son conscientes de los riesgos. La historia de Cain es un recordatorio desgarrador de que cualquier persona puede verse afectada por estos peligros. Nos recuerda además que nuestras decisiones pueden tener consecuencias graves y permanentes. Pero también nos demuestra lo que podemos aprender de estas experiencias y trabajar juntos para prevenir tragedias similares en el futuro.