Si te preocupa que tu miembro sea demasiado pequeño o que otros lo juzguen por su tamaño, este artículo te interesa. Lo primero que debes saber es que algunos médicos se refieren a este síndrome como un trastorno dismórfico del miembro (PDD por sus siglas en inglés Penile Dysmorphic Disorder), pero el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) lo incluye como una variante de dismorfia corporal.
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Entonces, técnicamente este síndrome no se trata de tener un pene inusualmente pequeño, sino que como hombre estás severamente ansioso por el tamaño de tu miembro. Y es común de lo que crees, ya que algunos hombres se preocupen de que su virilidad no sea lo suficientemente grande, especialmente cuando sienten presión social o se dejan llevar por el contenido pornográfico.
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Sin más rodeos, algunos síntomas del PDD incluyen:
- Comparar constantemente el tamaño de tu pene con el de los demás, desprestigiando su bondad. Los centímetros son relativos según estudios médicos, así que si piensas que no da la talla, consulta los datos estándares primero.
- Sentirte tan avergonzado que no te atrevas a “exhibir” tu miembro en un vestido de baño porque es muy ajustado y prefiera usar prendas anchas; esta inseguridad se refleja hasta en el momento más “chill”.
- Tener la firme creencia de que el pene es inusualmente pequeño, a pesar de la evidencia de lo contrario. Al tener percepciones distorsionadas hace que tu cerebro te juegue una mala pasada y te genere un cuarto síntoma: dificultad para tener relaciones sexuales con una pareja.
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¿Cómo sostengo intimidad si sufro de PDD?
¡Sí! La función sexual tiende a ser reducida, incluyendo el ser no ser capaz de tener una erección o un orgasmo, por la presión mental de tener un miembro pequeño. Aunque no se trate de un diagnóstico médico, el PDD puede derivarse en una preocupación obsesiva por la apariencia, causando depresión y ansiedad.
Para controlarlo, las personas con ansiedad leve a moderada deben consultar a un médico sobre qué constituye un micropene real. Si crees que los datos son insuficientes, puedes apoyarte en terapia cognitiva conductual (TCC), y así comprender cómo tus pensamientos afectan tu comportamiento.
Y claramente, la terapia sexual en pareja. Cuando este tipo de síndromes afectan la relación o la capacidad de tener intimidad con su amante, la terapia puede ayudar a una pareja a trabajar juntos para superar la ansiedad.
