El nuevo estilo de vida, la industria alimentaria cada vez más artificial y la poca comunicación sobre cuáles son los nutrientes esenciales para el organismo pueden conducir fácilmente a las personas a desarrollar patologías crónicas como la diabetes.
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Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la diabetes “es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, vasos sanguíneos, vista, riñones y los nervios”. Señala que de los 422 millones de personas en el mundo que la padecen, 62 millones se encuentran en las Américas.
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Los especialistas indican que existen dos tipos de diabetes: la tipo 1, en la que el individuo no produce nada de insulina para metabolizar los azúcares que consume. Mientras que la tipo 2 es cuando la persona no crea dicha hormona de manera suficiente.
Quizás muchas personas no sepan que padecen esta enfermedad y por eso es muy importante prestar atención a algunas señales de alarma que pudieran detectarla para tratarla adecuadamente.
Los pacientes pueden presentar diferentes tipos de síntomas y entre los más comunes se encuentran tener mucha hambre, sed constante, orinar con frecuencia, fatiga, visión borrosa, cicatrización lenta de las heridas. Quienes tienen diabetes tipo 1 pierden peso y los síntomas se desarrollan más rápido, haciendo que se sientan muy enfermos. Mientras que en los de diabetes tipo 2, los síntomas se generan más lento y son difíciles de notar.
Otro método para detectar la enfermedad es a través de un análisis que indica los niveles promedio de glucosa en la sangre.
La organización internacional señala que una dieta saludable, realizar actividad física de manera regular, mantener un peso corporal adecuado y evitar el consumo de cigarrillo son algunas formas de prevenir o retrasar la aparición de esta enfermedad. También se puede tratar con medicación, exámenes y tratamientos regulares para evitar complicaciones.
