¡Ay!, las muelas del juicio. Estos dientes pueden generar muchos problemas de higiene, por su ubicación al final de la boca, así como también dolor e inflamación si no irrumpen en el sitio o posición correcta. Pero, ¿siempre se deben extraer? Estas son las cinco razones en las cuales aplica la exodoncia.
El odontólogo Leopoldo Meneses explica más sobre estas muelas. “Son los terceros molares y últimos en erupcionar, a partir de la adolescencia y la juventud temprana. Dos están en la parte superior y dos en la parte inferior”, explica. Meneses, quien también es cirujano maxilofacial, amplía en las posibles complicaciones que producen las llamadas “muelas del juicio”.
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Meneses forma parte de la plantilla de la clínica Sanna en San Borja. Algunas de estas complicaciones pueden ser:
- No salen en la posición correcta por falta de espacio
- Alteran la posición de los dientes que salieron previamente
- Inflamación de las encías
- Caries dental por dificultad en el higiene
- Infecciones
- Quistes o tumores, por su ubicación en los huesos maxilares.
Los motivos para extraer las muelas del juicio
Cuando el paciente acude al odontólogo, el profesional puede indicar la extracción molar por las siguientes causas, que explica Meneses:
- No hay espacio suficiente para posicionar a los terceros molares, quedando atrapadas. Esto puede generar problemas inflamatorios con infecciones que pueden extenderse a cara o cuello.
- Cuando salen torcidas, generando malposiciones dentarias
- Caries dental
- Inflamación en las encías que rodean las muelas del juicio
- Cualquier quiste o tumor detectados por el crecimiento anormal de la región o por hallazgos con imagenología.
¿Por qué se llaman muelas del juicio?
Los terceros molares han recibido este nombre de muelas del juicio, porque su irrupción está asociada a la juventud temprana, “cuando ya la persona puede tomar decisiones”, explica el auditor odontológico, Alejandro Mancilla.
En cualquier caso, al presentar cualquier molestia en estos u otros dientes, se debe acudir de inmediato al odontólogo. El chequeo cada seis meses es fundamental para mantener una correcta salud bucal.