Su sabor es delicioso, adictivo y el color verde los hace muy llamativos. Los pistachos son frutos secos que pueden comerse solos, en ensaladas o hasta en pasteles, aportando al organismo una gran cantidad de nutrientes y beneficios para la salud, incluso prevenir enfermedades como el cáncer.
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Según los expertos, se recomienda ingerir solo 35 gramos de pistachos por día, para un total de 156 calorías. Por esta cantidad, el cuerpo recibe minerales como magnesio, hierro, potasio, cobre, fósforo, calcio, zinc y sodio; y vitaminas A, C, E y K, además de melatonina, una hormona que ayuda a conciliar el sueño.
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Altos en proteínas
Si te preguntas qué otras fuentes de proteínas puedes agregar a tu dieta, los pistachos son altos en proteínas, bajos en calorías y contienen todos los aminoácidos necesarios. Es importante seguir una dieta variada para que puedas tener todos los aminoácidos esenciales y así darle a tu organismo una proteína completa y apropiada.
Salud visual
Poseen la mayor cantidad de dos antioxidantes importantes, llamados luteína y zeaxantina, indispensables para la salud ocular, ya que son los únicos carotenoides de la dieta que se acumulan en la retina.
Cáncer
Los pistachos también podrían ayudarte a prevenir el cáncer por su abundante contenido de antioxidantes como polifenoles y tocoferoles.
Diabetes
Tienen un índice glucémico bajo, lo que significa que no causan ningún incremento de azúcar en la sangre. Estudios han demostrado que pueden tener efectos favorables en el control glicémico, gracias a sus grasas saludables y fibra.
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Enfermedades cardíacas
Reducen el colesterol malo en la sangre, evitando enfermedades cardiovasculares y posibles problemas arteriales.
Origen
Estos frutos provienen del pistachero, un árbol pequeño originario del Oriente Medio, aunque lo cierto es que se ha extendido a otros países como España, pero sus mayores cosechas se dan en Irán, Grecia, Turquía y Estados Unidos.