Todos los alimentos que consumimos le aportan algo a nuestro organismo, pero no todo es bueno. Hay estudios que demuestran que además de causar estragos en nuestra condición física, algunos alimentos son capaces de afectar negativamente nuestro cerebro.
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De acuerdo con lo que advirtió la especialista en psiquiatría nutricional de la Universidad de Harvard, la Dra. Uma Naidoo, hay cinco grupos de alimentos que indicen en los cambios de humor de las personas, producen fatiga y generan ansiedad.
Esto se debe a que el cerebro se encuentra conectado con el intestino, y cuando este se inflama, produce menos energía al cuerpo, lo que a su vez causa todos esos problemas en nuestra mente.
Estos cinco grupos de alimentos que debes evitar son los siguientes:
Aceites de semillas refinados
Los aceites de maíz, girasol, soja, uva o palma se deben evitar, o reducir su consumo, debido a que tienen una enorme cantidad de omega 6 ‘inflamatorio’.
Y según algunos estudios médicos, consumir grandes cantidades de omega 6, incrementa las probabilidades de sufrir depresión. Por ello, es mejor optar por aceites, como el de oliva.
Alimentos ultraprocesados
Estos alimentos contienen azúcares refinados, edulcorantes y aditivos en exceso que alteran el microbiota intestinal y llenan nuestro cerebro de glucosa. Lo que genera una sensación de fatiga e incrementa el riesgo de sufrir depresión.
Frituras
Un estudio japonés expuso la relación que existe entre el consumo de frituras y la mayor predisposición de sufrir depresión. Además, aportan grasas malas al organismo, lo que a la larga produce ansiedad y fatiga.
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Azúcares
Los azúcares que se encuentran en varias recetas aumentan considerablemente la inflamación en el cuerpo. Por lo que consumir azúcar en exceso genera más ansiedad, irritabilidad y alteraciones en nuestro estado de ánimo.
Edulcorantes artificiales
A pesar de que se recomiendan a la hora de bajar de peso, recientemente se descubrió que existe una relación entre el consumo de edulcorantes con un mayor riesgo de sufrir depresión. Incluso algunos edulcorantes artificiales pueden resultar tóxicos para el cerebro.