Un extremista musulmán saltó a un escenario con un cuchillo y le asestó 10 puñaladas en el rostro y cuello al escritor británico Salman Rushdie, de 75 años. Con esta acción, el sujeto quiso materializar una vieja amenaza con estatus de ley que se firmó en Irán en 1989: Matar a Rushdie.
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Han pasado 34 años desde que el ayatolá Jomeiní pidió -aplicando la fetua- la ejecución de Rushdie y hasta ofreció una recompensa de US$3 millones por su asesinato. El motivo: Rushdie es el autor de la novela Los versos satánicos, que fue calificada como blasfema por sectores del islam.
La fetua se define como un pronunciamiento legal en el Islam, emitido por un especialista en ley religiosa sobre una cuestión específica. Se emite ante la petición de que un individuo o juez establezca una cuestión donde el fiqh, la jurisprudencia islámica, no está clara. Lo sucedido con el escritor es el odio por decreto, la intolerancia que no prescribe y una demostración de la vigencia de ciertas formas de barbarie en pleno siglo XXI.
Perderá un ojo
El escritor recibió heridas graves que lo mantuvieron en coma inducido. Además de las heridas en el cuello y rostro que comprometieron un ojo, también recibió puñaladas que afectaron un brazo y el hígado. Afortunadamente, Rushdie acaba de dar un paso importante en su recuperación, ya que recuperó el conocimiento.
“Estamos extremadamente aliviados de que ayer le quitaron el ventilador y el oxígeno adicional y pudo decir algunas palabras”, indicó su agente Andrew Wylie, precisó un informe de BBC.
Hace mucho tiempo que el gobierno de Irán se distanció de la fatua del ayatolá Jomeiní de 1989 que pedía la ejecución de Rushdie y ofrecía una recompensa de US$3 millones por su asesinato.
“Aunque las lesiones que le cambiaron la vida son graves, su habitual sentido del humor luchador y desafiante permanece intacto”, precisó el representante.
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El atacante está detenido
El fiscal de distrito del condado de Chautauqua en el estado de Nueva York, Jason Schmidt, anunció que el atacante se llama Hadi Matar. Fue acusado formalmente de intento de asesinato en segundo grado y agresión en segundo grado, indicó el medio.
Luego del ataque todos voltearon la mirada hacia Irán, pero el actual gobierno insiste en desentenderse de la fetua del fallecido Ayatolá. “El gobierno de Teherán sostuvo que el escritor y sus seguidores tienen la culpa porque Rushdie “había insultado al islam”, agregó El País.
Se sabe que Rushdie tenía 34 años con una amenaza de muerte sobre sus hombros, lo que lo hizo vivir en la clandestinidad y al cuidado de agentes policiales. El ataque ocurrió en el estado de Nueva York durante un evento de la Institución Chautauqua en la que no parecía que pudiera suceder la venganza extremista contra el libre pensamiento.
Pero no se trata del único ataque contra Rushdie, ya que indirectamente su novela se cobró un muerto y dos heridos, como por ejemplo su traductor al japonés (muerto a puñaladas) y su traductor al italiano (herido en su apartamento en Milán) y su editor en Noruega también agredido.
