La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé. La leche humana está perfectamente diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales e inmunológicas protegiendo a los niños y niñas de enfermedades comunes, a corto y a largo plazo. Además, ayuda a asegurar que los niños accedan a una nutrición adecuada. También, beneficia a las madres, pues reduce los riesgos de cáncer de mama y ovarios, diabetes de tipo II y depresión posparto.
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Pero hoy hablaremos de cinco claves para establecer de manera respetuosa y afectiva la lactancia materna. De ante mano te diré que no es sencillo es un trabajo que requiere mucha paciencia y sobre todo amor. Suerte para este nuevo camino que vas a iniciar junto al recién nacido.
Por la Semana de la Lactancia Materna, en Ecuador el Ministerio de Salud Pública ha preparado más de 500 eventos en los que se promoverá lactancia exclusiva, colecho, apego y otras actividades que incentivarán esta práctica.
Por su parte, la gerente Institucional de Reducción de la Desnutrición Infantil en Ministerio de Salud, Estefani Jarri en la mañana de este lunes 1 de agosto reveló que están apoyando estas acciones por medio del proyecto “Ecuador crece sin desnutrición” para priorizar la salud infantil y aún más desde sus primeras horas de vida con la lactancia materna.
La primera hora de vida
Durante la primera hora de vida el bebé deberá estar en contacto piel con piel con la mamá, inmediatamente después del parto pues se ha comprobado que así mantiene una temperatura más estable, respira mejor y casi no llora.
Los pequeñitos son tan increíbles que al momento de estar sobre su madre desarrollarán un fuerte instinto para empezar a alimentarse. Al colocarlos sobre su madre, ellos mismos buscan el pecho, se dirigen hacia él, lo estimulan durante un rato con la mano y con la boca, habitualmente en muy buena posición.
Libre demanda
No esperes que el bebé llore para darle su toma necesaria, sino ofrecele el pecho cuando veas pequeñas señales. Hacer pequeños ruiditos, movimientos con los labios y con la cabeza o, simplemente, aumentar la actividad (pasar de dormido a despierto, o de estar quieto a moverse).
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Además, es importante tomar en cuenta que mientras más tetita ofrezcas más producción de leche tendrás, ya que estas estimulando las glándulas mamarias.
Colecho
El bebé que está en la habitación junto a mamá todos los días es un bebé más feliz y la ciencia lo comprueba. Una vez que llegas a casa con el bebé no sabes si ponerlo en su cuna o moíses, sin embargo, te diré que hacer colecho es una de las técnicas más eficaces. Porque, si no, ¿cómo podría darle el pecho a demanda? Un recién nacido puede medio despertarse, moverse, buscar el pecho y, si en 10 o 15 minutos no le hacen caso, volverse a dormir.
El bebé que está separado de la madre puede perder varias tomas y por tanto ganar menos peso. Además, los dos están más tranquilos y felices cuando están juntos. La madre que está junto a su bebé duerme tranquila porque ve que su hijo está bien; si el niño está en su cuna, la madre suele despertarse cada vez que un bebé llora, por tanto no duermen bien ninguno de los dos.
Lactancia exclusiva
Lo primero que debes saber es que a los bebés no les da sed, y antes de los seis meses no es recomendable darles ningún alimento. Por otro lado, los bebés tienen un estómago muy pequeño lo que podría se contraproducente para su bienestar y por tanto podrían vomitarse.
¡No! No le ofrezcas chupones o biberones
No le ofrezcas chupetes, ni biberones. ¿Por qué? para chupar un chupete o un biberón hay que mover los labios de distinta forma. Esto podría causar un efecto de confusión en el bebé y por tanto se volvería algo complicado el proceso de aprendizaje para ambos.
Te enúmeramos las ventajas de la lactancia materna para bebé y mamá
Disminuye el riesgo de contraer cáncer:
Científicamente se ha comprobado que gracias a la lactancia materna se disminuye sustancialmente el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de ovarios o mama.
Protege tu corazón:
La lactancia materna puede protegerte de enfermedades al corazón, sobre todo de la obesidad y osteoporosis.
Pierdes peso:
Al darle de lactar a tu bebé es muy probable que bajes varios kilos con facilidad y puedas llegar a su peso ideal antes de lo esperado.
Brindarás una buena alimentación: La leche materna tiene los carbohidratos y proteínas que tu bebé necesita para tener un buen desarrollo físico y mental, dándole una alimentación balanceada.
Ahorras tiempo y dinero:
Está demostrado que se puede ahorrar cerca de $ 1.000 por año si amamantas pues no tienes que comprar leche maternizada. La lactancia también te evita la limpieza y compra de biberones. Tampoco tienes que preparar los biberones cada dos o tres horas para el bebé, ya que darás a libre demanda.
Menos preocupaciones:
Si tu bebé lacta con frecuencia, contará con los anticuerpos necesarios para ser menos propenso a alergias y enfermedades respiratorias, ahorrándote muchas angustias.
Tú creas un vínculo especial:
La lactancia materna vincula más a la madre con el bebé. El recién nacido se acostumbra a la temperatura del cuerpo de su madre, a su olor y percibe fácilmente sus sentimientos.
Estimula la producción de hormonas:
La lactancia materna ayuda a incrementar los niveles de la oxitocina, hormona que ayuda a reducir el sangrado postparto y a contraer el útero, para que el cuerpo de la mujer vuelva a la normalidad más pronto.
Finalmente, estos consejos son una pequeña guía. Nadie puede comprender este proceso más que otra mamá que pasó por lo mismo, sin embargo, un poco de amor, paciencia e información lo lograrás.