En la actualidad el Covid-19 se maneja distinto a cuando se descubrió a principios del pasado y fatídico año 2020. Gracias al sistema de vacunación impuesto en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) es positiva al respecto y espera que más temprano que tarde todo pueda pasar de fase pandémica a endémica.
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Sin embargo, el mismo ente de salud mundial es claro en que toda la situación no ha sido controlada y a pesar que en la mayoría de las regiones las restricciones se han flexibilizado, es importante no confiarse y estar atento a cualquier anomalía.
Por eso, diversos equipos científicos siguen en las búsquedas para poder encontrar mejores armas para combatir, derrotar o en el peor de los casos controlar, todo lo que tenga que ver con el Coronavirus y sus distintas variantes y características.
Freyja
Entre a continua búsqueda, recientemente un grupo de investigadores científicos de Scripps Research y de la Universidad de California en San Diego en los Estados Unidos, descubrieron a Freyja, una nueva herramienta que ayuda a detectar en tan sólo 14 días cualquier nueva variante y mutaciones del SARS-CoV-2 que circulen entre la población.
La confirmación del hallazgo fue publicada por la revista especializada en salud, Nature; y de acuerdo a lo informado, este instrumento detectó la variante Ómicron en las aguas residuales de la ciudad californiana de San Diego, 11 días antes de que se notificara clínicamente por primera vez. Freyja ya está siendo utilizada por muchos laboratorios de salud pública y por los servicios de vigilancia que buscan nuevas variantes del virus.
“En muchos sitios, la vigilancia clínica estándar de las nuevas variantes no solo es lenta, sino también extremadamente cara, pero con esta nueva herramienta se puede tomar una pequeña muestra de aguas residuales y, básicamente, hacer un perfil de toda la ciudad”, alegó Kristian Andersen, inmunólogo del Scripps Research y autor principal del estudio.
El laboratorio del microbiólogo de la UC San Diego Rob Knight desarrolló 131 auto muestreadores de aguas residuales tomadas de muestras de 343 edificios del campus de la Universidad de California y de 17 escuelas públicas de cuatro distritos escolares de San Diego. Después de un año, tenían más de 20 mil muestras de aguas residuales en las que el laboratorio Andersen asumió el reto de cuantificar las variantes virales que había a partir de los datos de secuenciación.