Sin duda alguna cualquier actividad física, siempre y cuando sea bien ejercitada y supervisada, es un gran elemento para la salud de las personas, ya que fortalece los músculos, genera endorfinas y previene un sinfín de enfermedades.
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Con respecto a las mujeres, a pesar de los dolores menstruales, muchos de ellos de manera severa, las actividades físicas ayudan mucho a disminuir la aflicción, sumado a una dieta adecuada y buena hidratación, lo que permite disminuir el cortisol (hormona del estrés que tiende a lastimar al músculo) y aumentar las endorfinas, sustancias liberadas que mejoran el estado de ánimo.
Ciclo menstrual
En los últimos años se han realizado estudios de investigación que relacionan al ciclo menstrual con el rendimiento deportivo. Algunos indican que la participación femenina en el deporte es un 50% menor a la del hombre y que la falta de controles podría afectar al desarrollo y la salud reproductiva.
Viviana Cramer, presidente de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ), indicó al respecto en el medio Tn: “Resulta de vital importancia que se realice prevención de la salud desde la primera infancia, ya que una dieta restrictiva y/o un plan de ejercicio físico intenso no acorde a la etapa evolutiva del niño y niña, puede ocasionar alteraciones en el desarrollo puberal, y complicaciones a nivel sexual, de salud ósea o cardiovascular en la adolescencia y vida adulta”.
Consecuencias por los anticonceptivos
Las jóvenes que realizan actividades deportivas son atravesadas por las interacciones sociales, afectivas, emocionales, cognitivas, educativas y sexuales. Por lo tanto, siempre hay que pensar en la salud sexual reproductiva.
Las formulaciones de anticonceptivos hormonales suelen ser más beneficiosas a la hora del rendimiento deportivo, considerándolo como un todo, no solo en la fuerza muscular, sino también en la actitud, el cansancio y la motivación. En este punto, es importante destacar que todos los anticonceptivos son dopping negativos.