Para muchas personas el deseo de dejar de fumar es constante. Si fumas y ya has intentado acabar con esta adicción, te habrás dado cuenta de que no es una tarea tan fácil, principalmente porque el cuerpo ya está acostumbrado a la nicotina. Después de todo, ¿quién nunca ha dicho o escuchado a alguien decir que necesita fumar cuando está tomando café o que fumar le quita el dolor de cabeza?
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Cuando dejas de fumar, detienes un círculo vicioso y tu cerebro deja de “pedir” a la nicotina que funcione. Sin embargo, si ha podido mantenerse alejado de fumar durante días, meses o años, debe tener un plan en caso de que surja un impulso repentino. Incluso es común pensar que solo obtendrás mejoras mucho después de parar, lo que hace que muchas personas piensen que es una tarea imposible.
Según el sitio web, Meganoticias, después de unas horas tu cuerpo comienza a sentir la diferencia. Y cuanto antes deje de fumar, mayores serán sus posibilidades de reducir las enfermedades pulmonares como el cáncer u otros problemas que empeoran con el tabaquismo.
¿Cómo reacciona el cuerpo después de unas horas?
Solo una hora sin un cigarrillo hace que su presión arterial baje y mejore la circulación sanguínea. Después de 12 horas, el cuerpo comienza a eliminar el exceso de monóxido de carbono que ha entrado en los pulmones y el torrente sanguíneo por la inhalación de humo.
¿Cómo reacciona el cuerpo después de un día?
Después de un día sin fumar, las posibilidades de sufrir un infarto ya disminuyen. Esto se debe a que fumar aumenta la presión arterial, incluso poniéndolo en riesgo de desarrollar un coágulo. Después de 24 horas, los números se estabilizan y aumenta el oxígeno.
Después de tres días
Muchas personas encuentran este número crucial y también el período más difícil, ya que después de tres días los niveles de nicotina en el cuerpo desaparecen, por lo que es posible que tenga muchas ganas de fumar, irritabilidad, dolor de cabeza y dolor de cuerpo.
Un mes
Si ha superado los tres días, la meta de un mes comienza a ser más alcanzable. En ese tiempo, tus pulmones se recuperan y la capacidad pulmonar va mejorando con una respiración más larga y sin que te ataque la típica “tos de fumador”. Si practicas ejercicios físicos, es posible notar que hay una mejora en la resistencia.
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Un año
Después de alcanzar este objetivo, las posibilidades de morir por enfermedad de las arterias coronarias (EAC) se reducen a la mitad.
Después de 20 años
Después de pasar 20 años sin fumar, sus posibilidades de morir de una enfermedad pulmonar o cáncer están al mismo nivel que alguien que nunca ha probado un cigarrillo.
