Si movemos los ojos continuamente, ¡Qué decir de la boca!
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Hablar, besar, comer, bostezar, reír… los labios se pasan el día trabajando y merecen un poco de atención, pues la piel de esta zona es muy delicada. Por supuesto, las agresiones del medio ambiente, el estrés o el tabaco son factores que también influyen en la aparición de las arruguitas verticales (el llamado código de barras).
¿Por qué ocurre?
Según la publicación Salud Vital, “la exposición a los rayos UVA y a la contaminación provocan la formación de radicales libres y la oxigenación de las células. Para defenderse, la piel produce unos enzimas destructivos que no sólo neutralizan los radicales libres, sino que también dañan células sanas y fibras de colágeno y elastina”.
Y, finalmente, aparecen las arrugas. De hecho, los labios comienzan a envejecer alrededor de los 25 años. Además, su piel tiende a resecarse, ya que carece de glándulas sebáceas para defenderse del sol, el frío y el viento.
Buenos hábitos para mantener una boca bonita
- No reprimas tus carcajadas, pero sí esas pequeñas manías como pellizcarte los labios (deja la piel en carne viva), morderlos (los deshidrata y propicia las arrugas) o mojarlos con saliva (los reseca).
- Por la mañana y por la noche, después de limpiar la piel, aplica un producto especial para hidratar el contorno de labios. Si no quieres o no puedes gastar mucho dinero, ten en cuenta que te sirve el mismo producto que usas para el contorno de ojos.
- Cuando exfolies la cara, extiende también el producto por el contorno de los labios, pero con mucha suavidad y delicadeza. No lo apliques sobre los labios.
- Lleva siempre cacao o vaselina en el bolso para aplicar a tus labios siempre que lo necesiten. Los mantiene húmedos y previenen la sequedad y las grietas.