Posiblemente el taco puede ser uno de los platos o comidas más internacionales en todo el mundo y a diferencia de otras gastronomías latinoamericanas, este alimento mexicano es por excelencia uno de los más conocidos y no necesita mucha presentación.
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Amado por los ciudadanos mexicano y adoptados por otras naciones, según el “tacólogo” Alejandro Escalante en declaraciones para el medio El País, “es una tortilla de maíz enrollada sobre algún alimento. Así, la tortilla es el vehículo, pero es a la vez sustancia, y en su infinita generosidad permite aun la presencia de salsas y otras guarniciones típicas. Un taco se compone, simplemente, de tortilla, contenido y salsa: la santísima trinidad de México.”
Historia
Distintos historiadores aseguran que la terminología taco proviene de la palabra náhuatl “tlahco”, que significa “mitad o en el medio”, haciendo referencia a la forma en que está conformado el alimento.
No se registran datos concretos y específicos sobre el origen del taco. Lo que se sabe y presume sobre su creación son dos referencias: la primera es de Moctezuma, quien utilizaba de cuchara las tortillas hechas en piedras calientes, formando algo parecido al taco que conocemos hoy en día. La segunda es la forma como enviaban la comida a los hombres que trabajaban todo el día en el campo, envuelta en tortillas.
El taco provendría de las tortillas con mole prehispánicas, que eran preparadas sobre piedras calientes y decoradas con cochinilla, algunas de ellas acompañadas de frijol y chile, ingredientes que todavía constituyen la base alimenticia del pueblo mexicano.
Tipos de tacos
Es otro de los gran temas de debates, el definir cuantos han sido por siglos los distintos tipos de tacos. Cada región, taquero, chef o familiar aporta una singularidad única a este exquisito platillo disponible para todos los gustos y presupuestos.
Lo que sí es seguro es que son 16 los más reconocidos y registrados en México: a la parrilla, a la plancha, al pastor, de barbacoa, de birria, de cabeza, de canasta, de carnitas, de chilorio, de cochinita pibil, de guisados, de mixote, de pescados y mariscos, de suadero, dorados y hasta de insectos (chapulines, gusanos de maguey, hormigas chicatanas y el “caviar” mexicano: los escamoles).