Una mujer quedó con el 90% de su cuerpo quemado tras someterse a dos sesiones de solárium en Buenos Aires en Argentina.
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Según informa TN, la joven identificada como Paula terminó deshidratada y con su piel quemada, según relató en su cuenta de Twitter.
Al respecto, detalló que “lo cuento porque de verdad la estoy pasando muy mal. Es insoportable el dolor, tengo el 90% del cuerpo quemado en carne viva. No puedo dormir, ni sentarme, ni siquiera puedo parpadear porque me queme hasta los párpados, no puedo vestirme sola”.
De acuerdo a lo relatado por la mujer, se acercó a un solárium donde había una promoción de 2x1, la cual podía ser utilizada por una o dos personas.
Allí, decidió tener las dos sesiones, en donde le indicaron que “iba a quedar un poco roja”. Ella había sido invitada a un matrimonio en unos días, por lo que creía que esto se le pasaría antes de dicha fecha.
Al salir del lugar todo parecía en orden. Pero minutos después, comenzaron los problemas. “A las tres horas tenía fiebre y temblaba como si hicieran 10 grados bajo cero. Me bajaba la presión, quería vomitar, no podía tomar líquido ni comer”, expresó,
Esa noche durmió como pudo y al día siguiente despertó sintiéndose peor. “Apenas me levanté casi me desmayo por una bajada de presión y muchas ganas de vomitar. Tenía que ir a cursar al hospital y no me podía ni sacar el pantalón, ni caminar, ni extender las piernas así que decidí ir a la guardia”, relató.
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Fue al Hospital de Quemados, en donde un médico la encontró deshidratada. Tras esto, fue sometida a exámenes y mientras esperaba los resultados, le aplicaron cremas para aliviarle las molestias.
Los exámenes demostraron que efectivamente estaba deshidratada, por lo que le inyectaron suero. Además, le indicaron que sus quemaduras eran superficiales pero muy fuertes. Tras aplicarle anelgésicos por vía introvenosa y luego de administrarle más suero, a las horas le permitieron volver a su casa, pero con con controles obligatorios en los siguientes días.
“No lo volvería a hacer”
Tras lo ocurrido, la mujer señaló que “no vale la pena para nada someterse a esa pelotudez solo por un poco de color. Y si van, vayan a un lugar que SEPAN y les digan NO, no te lo hago porque sos muy blanca o porque te puede hacer mal. No lo volvería a hacer”.
“Que no sea que por un peso más, te arruinen el cuerpo. La saqué barata hasta ahora porque no se me hicieron ampollas, si no estaría internada hasta dios sepa cuando se me cicatrizara todo eso. Hoy voy, sin saber si me dejan o me voy, que no le pase a nadie más”, afirmó.
“Estoy asustada, me duele hasta el alma, vivo encremada todo el día a toda hora porque si se me seca no puedo estirar el cuerpo ni mucho menos moverme, ni dormir y mi piel necesita hidratación extrema”, concluyó.