Este miércoles 3 de julio, se cumplen 53 años del fallecimiento de Jim Morrison, voz principal de la agrupación estadounidense The Doors, y una de las personalidades del rock más influyente en toda la historia de la música.
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El 3 de julio de 1971, con tan sólo 27 años, Morrison fue encontrado muerto por su pareja, Pamela Courson, dentro de una bañera en su departamento en París, sin embargo, a 53 años del acontecimiento que enlutó a la música, hasta los momentos las causas siguen generando un sinfín de hipótesis y teorías.
Teorías y suposiciones
Posiblemente el inicio de la teorías conspirativas se debe a que a Jim Morrison nunca se le realizó una autopsia y tan sólo fue examinado por un médico al poco tiempo de ser encontrado muerto, determinándose que por su conocidas adicciones a las drogas y alcohol, todo se debió por una insuficiencia cardíaca.
La primera teoría sobre la muerte de “Lizard King” fue sostenida por el escritor y periodista francés Sam Bernett, quien asegura que el músico falleció por una sobredosis en el baño de una discoteca: “Estábamos en la discoteca Rock and roll circus y lo vi hablando con traficantes de drogas. Al rato entró al baño y se descompuso. No lo pudieron reanimar. Había muerto de una sobredosis. Para evitar el escándalo se lo trasladó a su casa y lo pusieron en la bañera para que pareciera que se había descompuesto mientras se daba una ducha”.
Otra de las teorías tiene tinte político y asegura que en esos años al gobierno de los Estados Unidos le preocupaban ciertas figuras influyentes como Martin Luther King, Malcolm X, Janis Joplin y Jim Morrison. En el marco de una conspiración, el músico nacido en Melbourne, Florida, fue asesinado por agentes de inteligencia de la CIA.
Sin duda, la teoría más insólita de todas es la hipótesis de que Morrison fingió su muerte para escapar de la justicia y logró la paz que tanto buscaba refugiado en el anonimato.