La lucha contra el cambio climático toma cada vez más protagonismo en la agenda de los activistas. También entre los ciudadanos afectados por los desastres naturales y las secuelas de esta problemática, por lo que muchos no dudaron en sumarse a una importante iniciativa mundial: La Hora del Planeta.
PUBLICIDAD
Cada 23 de marzo, la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) promueve el apagón de las luces de monumentos emblemáticos, también en los hogares. Esto durante al menos una hora desde las 8:30 p.m., como un gesto de concientización pero también para ayudar al planeta.
Este apagón se vivió en todo el mundo como evidenciaron algunas imágenes compartidas en las redes sociales. Desde la cúpula de la Basílica de San Pedro hasta las calles de Qatar, también sitios icónicos en Latinoamérica se vieron en la total oscuridad como un gesto simbólico.
“Un año más, con motivo de la #Hora del Planeta, apagamos las luces de la calle Al Kahraba, la primera calle iluminada en Qatar, para demostrar nuestro compromiso con la sostenibilidad y enfatizar la importancia de proteger y reconectar con nuestro planeta.”, se leyó en la plataforma X.
Pese a los acuerdos climáticos entre países y líderes del mundo, esta realidad sigue golpeando al planeta. Inundaciones, sequías, aumento en el nivel del mar y descongelamiento de los glaciares son algunas de las secuelas que siguen amenazando la vida en el planeta.
Los promotores de la actividad alertaron sobre la importancia de contribuir con el mundo y agradecieron a queines aportaron su grano de arena. “Gracias a todos nuestros seguidores en todo el mundo (de más de 180 países y territorios) que en conjunto donaron más de 1,4 millones de horas (¡y contando!) a nuestro planeta, creando la Gran Hora del Planeta”.
