El actor Jonathan Majors lloró durante su juicio por presunta agresión en la jornada de ayer, que estuvo marcada por intensos argumentos tanto de la acusación como de la defensa. El caso gira en torno a cuatro cargos que enfrenta Majors: asalto intencional en tercer grado, asalto imprudente en tercer grado, acoso agravado en segundo grado y acoso en segundo grado.
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Según Jabbari y su equipo, ella descubrió una supuesta infidelidad de Majors y, en medio de una discusión, tomó el teléfono de él para leer un mensaje de texto de otra mujer. En ese momento, según su testimonio, Majors arremetió violentamente para recuperar su teléfono, causándole moretones, hinchazón y un dolor intenso en su dedo medio derecho. Luego, ambos salieron brevemente del vehículo en el que estaban, donde, según la versión de Jabbari, Majors la habría golpeado en la parte posterior de la cabeza y tratado de empujarla de nuevo al automóvil, resultando en un corte detrás de su oído derecho.
En el cierre de su argumento, la fiscal asistente de Manhattan, Kelli Galloway, quien representa a Jabbari, planteó que Jabbari fue víctima de violencia doméstica en su relación con Majors. Según Galloway, Jabbari estaba devastada por la supuesta infidelidad de Majors y mostró mensajes de texto previos entre la pareja, en los cuales Majors había amenazado con suicidarse durante una discusión y había disuadido a Jabbari de ir al hospital para tratar una herida en la cabeza. Galloway argumentó que el caso se resumía en “cuatro palabras simples: control, dominación, manipulación y abuso”.
Majors rompe en llanto durante a deliberación de su defensa
Por otro lado, en la defensa, la abogada de Majors, Priya Chaudhry, planteó que Jabbari había estado contando una serie de mentiras y que su versión de los hechos era inconsistente debido a que había estado consumiendo alcohol.
La abogado también argumentó que Majors fue arrestado injustamente debido a su raza, alegando que la policía de Nueva York estaba sesgada en favor de la versión de los hechos de Jabbari, por ser una mujer blanca, frente a la de Majors, un hombre negro. Fue entonces que Majors soltó unas lágrimas en su asiento y se las secó con un pañuelo.
El juicio de Jonathan Majors ha estado rodeado de mucha atención por su carrera que iba en alza, en grandes producciones como Creed y títulos de Marvel.